A medianoche comienza la formación de la Tierra por acreción gravitacional de polvo y planetesimales del disco protoplanetario alrededor del joven Sol. Este período está marcado por un intenso bombardeo de asteroides. Un impacto mayor con un cuerpo del tamaño de Marte, Tea, expulsa una gran cantidad de material que formará la Luna. La Tierra se convierte en un planeta fundido, cuyo hierro se hunde en el centro para formar el núcleo.
La Tierra comienza a estructurarse con la separación de capas: núcleo metálico denso, manto silicatado viscoso y corteza primitiva. Esta diferenciación térmica genera un campo magnético interno, indispensable para la retención de una atmósfera. El vulcanismo intenso libera gases que forman una atmósfera primitiva rica en vapor de agua, CO₂, NH₃ y metano.
La temperatura de la superficie cae por debajo de los 100 °C, permitiendo la licuefacción del vapor de agua. Se forman los primeros océanos, posiblemente completados por los aportes de cometas ricos en hielo. El agua líquida cubre una gran parte del planeta desde los primeros cientos de millones de años, modificando profundamente las interacciones térmicas y químicas de la superficie.
En los océanos cálidos y poco profundos, la química prebiótica da lugar a la vida. Las moléculas orgánicas complejas, en particular los ácidos nucleicos y las proteínas, se autoensamblan en estructuras con membranas: las protocélulas. Los estromatolitos fósiles del oeste de Australia, datados en 3.5 Ga, atestiguan la presencia de cianobacterias fotosintéticas.
Los primeros procariotas se diversifican: algunos desarrollan la fermentación, otros utilizan donantes de electrones como el azufre o el hierro. Los ecosistemas anóxicos de los fondos marinos se convierten en laboratorios bioquímicos prolíficos. Este período está marcado por una lenta acumulación de biomasa microbiana en los sedimentos marinos.
Al mediodía, la fotosíntesis oxigénica se vuelve dominante: las cianobacterias liberan dioxígeno ($\text{O}_2$) en el agua y luego en la atmósfera. El hierro disuelto en los océanos precipita en óxidos, formando las famosas BIF (banded iron formations). Este proceso marca una transición mayor, provocando la extinción de especies anaeróbicas y sentando las bases de una atmósfera oxidante.
Hacia las 14h30, la Tierra experimenta varios episodios glaciares extremos llamados "Tierra bola de nieve", durante los cuales los glaciares alcanzan el ecuador. Estos eventos, relacionados con una disminución del CO₂ atmosférico y retroalimentaciones climáticas positivas, provocan extinciones masivas pero también reestructuraciones evolutivas importantes.
Las células eucariotas, más grandes y complejas que los procariotas, aparecen gracias a la endosimbiosis: algunas células integran bacterias capaces de respiración (antepasados de las mitocondrias) o fotosíntesis (antepasados de los cloroplastos). Esta innovación abre el camino a una mayor complejidad celular, a la sexualidad y, más tarde, a la multicelularidad.
Aparecen los primeros organismos multicelulares, favoreciendo la especialización celular y la cooperación biológica. Estas formas de vida permanecen acuáticas, principalmente algales. La comunicación intercelular y la regulación genética permiten una organización morfológica más sofisticada. Este es el primer gran paso hacia las formas de vida complejas.
Emerge una vida multicelular diversificada en mares poco profundos, con organismos de cuerpo blando como Charnia o Dickinsonia. Estas formas de vida enigmáticas son testigos de una transición ecológica: proliferación de especies, nuevas estrategias alimentarias e interacciones tróficas complejas. Este preludio a la explosión cámbrica refleja una rápida evolución de la biosfera.
En 30 minutos, la diversidad animal explota: aparecen los primeros artrópodos, moluscos, cnidarios y cordados. Los esqueletos mineralizados facilitan la fosilización, haciendo que este período esté muy documentado. Este auge evolutivo marca el comienzo del Fanerozoico, donde la vida se vuelve visible a escala geológica.
Las plantas, y luego los artrópodos, colonizan los ambientes terrestres. Los suelos se forman gradualmente gracias a la acción de las raíces, favoreciendo los intercambios geoquímicos entre la biosfera y la litosfera. Aparecen los primeros vertebrados terrestres, antepasados de los anfibios, poco después. El oxígeno atmosférico alcanza niveles propicios para la respiración celular activa.
La Tierra se cubre de inmensos bosques de licopodios y helechos gigantes. El nivel de $\text{O}_2$ supera el 30%, permitiendo el crecimiento de insectos gigantes. Aparecen los reptiles, independientes del agua para su reproducción gracias al huevo amniótico. Esta innovación fisiológica será fundamental para los futuros dinosaurios y mamíferos.
A las 23h comienza el reinado de los dinosaurios en el supercontinente Pangea. El Triásico, luego el Jurásico y el Cretácico ven una diversificación importante de los reptiles, las primeras aves y las plantas con flores. Pangea comienza a fragmentarse, desencadenando una tectónica activa y una redistribución climática global.
Un meteorito de 10 km de diámetro impacta en Yucatán. El impacto levanta miles de millones de toneladas de polvo y aerosoles sulfatados, ocultando la luz solar y provocando un colapso de las cadenas alimentarias. Los dinosaurios no aviares desaparecen, abriendo un nicho evolutivo que los mamíferos aprovecharán.
En solo 20 minutos, los mamíferos se diversifican rápidamente: insectívoros, roedores, carnívoros y primates colonizan diferentes ecosistemas. El auge de las angiospermas transforma los hábitats terrestres. Los continentes actuales se delinean, modificando la distribución de las especies por deriva continental.
Solo queda 1 minuto 17 segundos en el reloj terrestre cuando emergen los primeros Homo sapiens en África. Dotados de un cerebro muy desarrollado y un lenguaje articulado, fabrican herramientas complejas, organizan la caza, desarrollan el arte parietal y conquistan progresivamente todos los continentes.
En el último segundo, la humanidad entra en el Antropoceno. Máquinas de vapor, electricidad, informática, medicina moderna, exploración espacial: en un instante geológico, nuestra especie modifica profundamente la atmósfera, los ciclos biogeoquímicos y la biodiversidad. La pregunta sigue siendo: ¿cuántos segundos duraremos en este reloj?