La bioluminiscencia es la emisión de luz por un organismo vivo. Esta luz no es una luz refracta, pero ben una luz producida. Miles de especies animales emiten luz, bacterias, hongos, algas, insectos, moluscos, crustáceos y especialmente los peces de aguas profundas, que viven en el abismo.
En el abismo, la bioluminiscencia es común con el 95% de los individuos recolectados en 4000 m de profundidad, son luminosos.
La bioluminiscencia es una parte integral de los medios de supervivencia de estas especies. Estos animales desencadenar reacciones químicas en las que la energía se convierte en energía luminosa.
La bioluminiscencia producida una luz fría, menos del 20% de la luz genera calor. Este fenómeno es similar a la reacción de quimioluminiscencia pero es producida por un organismo vivo. La bioluminiscencia es producida por la oxidación de una molécula llamada luciferina en presencia de una enzima catalizador, la luciferasa. La bioluminiscencia se diferencia, según los animales, algunos se emite luz amarilla o roja o azul.
Es sobre todo en el mundo marino que se encuentra una gran variedad de animales luminosos.
En las profundidades, donde la luz solar no llega al menos 80% de las especies son bioluminiscentes.
La bioluminiscencia juega varios roles : comunicar con sus congéneres, confundir o asustar a los depredadores, el camuflar, etc. Pero estamos muy lejos de haber comprendido la sutileza de estos roles.
Condiciones muy específicas que prevalecen en las grandes profundidades conducido al desarrollo de una fauna muy diferentes de las encontradas en la superficie. Más allá de 100 m en el agua oscura fría, las plantas desaparecen, la vida en las profundidades del mar es un mundo animal puro.
La oscuridad del abismo explica el gran número de especies ciegos o, por el contrario, de especies con ojos muy grandes, a menudo dilatados y globular que les permite capturar cualquier flujo de luz. Algunos tienen órganos capaces de emitir la luz las fotóforos.
Los fenómenos de bioluminiscencia se desarrolla particularmente en los peces y los cefalópodos de profundidad. Los peces tienen señuelos que se encuentran en las laderas, en la cabeza o en el extremo de los apéndices utilizando lámparas.
N.B.: El hombre también emite una luz de origen bioluminiscente, pero la cantidad es tan pequeña que sólo es perceptible por las cámaras extremadamente sensibles.