
Aunque el silicio está omnipresente en la naturaleza como sílice (arena, cuarzo), fue aislado tardíamente. En 1787, Antoine Lavoisier (1743-1794) sospechó que la sílice era el óxido de un elemento desconocido. En 1808, Humphry Davy (1778-1829) intentó sin éxito aislar este elemento mediante electrólisis. Fue en 1823 cuando Jöns Jacob Berzelius (1779-1848), químico sueco, logró obtener silicio amorfo reduciendo tetrafluoruro de silicio (SiF₄) con potasio. Lo llamó silicio (del latín silex = guijarro). En 1854, Henri Sainte-Claire Deville (1818-1881) produjo silicio cristalino, allanando el camino para el estudio de sus propiedades semiconductoras que revolucionarían el siglo XX.
El silicio (símbolo Si, número atómico 14) es un metaloide que pertenece al grupo 14 de la tabla periódica, en la misma columna que el carbono. Su átomo tiene 14 protones, 14 electrones y generalmente 14 neutrones en su isótopo más abundante (\(\,^{28}\mathrm{Si}\)). Existen tres isótopos estables: silicio-28 (\(\,^{28}\mathrm{Si}\)), silicio-29 (\(\,^{29}\mathrm{Si}\)) y silicio-30 (\(\,^{30}\mathrm{Si}\)).
A temperatura ambiente, el silicio puro cristalino es un sólido duro, quebradizo, de color gris azulado metálico (densidad ≈ 2.33 g/cm³). El punto de fusión del silicio: 1,687 K (1,414 °C). El punto de ebullición: 3,538 K (3,265 °C). El silicio tiene una estructura cristalina tipo diamante y presenta propiedades semiconductoras esenciales para la electrónica moderna. Su conductividad eléctrica aumenta con la temperatura, a diferencia de los metales.
| Isótopo / Notación | Protones (Z) | Neutrones (N) | Masa atómica (u) | Abundancia natural | Vida media / Estabilidad | Decaimiento / Observaciones |
|---|---|---|---|---|---|---|
| Silicio-28 — \(\,^{28}\mathrm{Si}\,\) | 14 | 14 | 27.976927 u | ≈ 92.23 % | Estable | Isótopo más abundante; base de la industria de semiconductores. |
| Silicio-29 — \(\,^{29}\mathrm{Si}\) | 14 | 15 | 28.976495 u | ≈ 4.67 % | Estable | Utilizado en RMN e investigación en computación cuántica. |
| Silicio-30 — \(\,^{30}\mathrm{Si}\) | 14 | 16 | 29.973770 u | ≈ 3.10 % | Estable | Isótopo enriquecido para la redefinición del kilogramo (esfera de Avogadro). |
| Silicio-32 — \(\,^{32}\mathrm{Si}\) | 14 | 18 | 31.974148 u | Traza cosmogénica | 153 años | Radiactivo β\(^-\) que se desintegra en fósforo-32. Utilizado para datar aguas subterráneas y hielos polares. |
| Otros isótopos — \(\,^{22}\mathrm{Si}\) a \(\,^{44}\mathrm{Si}\) | 14 | 8 — 30 | — (variables) | No naturales | Milisegundos a horas | Isótopos inestables producidos artificialmente; investigación en física nuclear. |
N.B. :
Capas electrónicas: Cómo se organizan los electrones alrededor del núcleo.
El silicio tiene 14 electrones distribuidos en tres capas electrónicas. Su configuración electrónica completa es: 1s² 2s² 2p⁶ 3s² 3p², o simplificada: [Ne] 3s² 3p². Esta configuración también puede escribirse como: K(2) L(8) M(4).
Capa K (n=1): contiene 2 electrones en el subnivel 1s. Esta capa interna está completa y es muy estable.
Capa L (n=2): contiene 8 electrones distribuidos como 2s² 2p⁶. Esta capa también está completa, formando una configuración de gas noble (neón).
Capa M (n=3): contiene 4 electrones distribuidos como 3s² 3p². Los orbitales 3s están completos, mientras que los orbitales 3p contienen solo 2 de los 6 electrones posibles. Por lo tanto, faltan 4 electrones para saturar esta capa externa.
Los 4 electrones en la capa externa (3s² 3p²) son los electrones de valencia del silicio. Esta configuración explica sus propiedades químicas:
Al perder 4 electrones, el silicio forma el ion Si⁴⁺ (estado de oxidación +4), su estado de oxidación más común, especialmente en la sílice SiO₂ y los silicatos.
Al ganar 4 electrones, el silicio formaría teóricamente el ion Si⁴⁻ (estado de oxidación -4), un estado muy raro observado solo en ciertos silicuros metálicos.
El silicio también puede presentar estados de oxidación intermedios como +2, pero el +4 sigue siendo con mucho el más estable y extendido.
La configuración electrónica del silicio, con 4 electrones en su capa de valencia, lo ubica en el grupo 14 de la tabla periódica, justo debajo del carbono. Esta estructura le confiere propiedades características: la capacidad de formar cuatro enlaces covalentes compartiendo sus electrones de valencia, propiedades semiconductoras esenciales en electrónica, y tendencia a formar estructuras tetraédricas similares al carbono pero con enlaces Si-Si más débiles que los enlaces C-C. El silicio forma principalmente enlaces covalentes polares, especialmente con el oxígeno, creando una gran variedad de silicatos que constituyen la mayor parte de la corteza terrestre. A diferencia del carbono, que forma fácilmente cadenas largas, el silicio prefiere formar estructuras tridimensionales con el oxígeno. Su importancia tecnológica es considerable: el silicio ultra-puro es el material básico de la industria electrónica e informática (chips, procesadores, paneles solares), mientras que sus compuestos naturales (cuarzo, arena) se utilizan en la fabricación de vidrio, cemento y cerámica. El silicio es el segundo elemento más abundante en la corteza terrestre después del oxígeno.
El silicio puro es relativamente poco reactivo a temperatura ambiente debido a la capa de óxido de silicio (SiO₂) que se forma en su superficie. A altas temperaturas, reacciona con el oxígeno, los halógenos y algunos metales. El silicio no reacciona con la mayoría de los ácidos (excepto el ácido fluorhídrico, que disuelve la sílice) pero se disuelve en bases fuertes, formando silicatos. Forma principalmente compuestos en el estado de oxidación +IV, incluyendo sílice (SiO₂), silicatos, silanos (análogos del silicio a los hidrocarburos) y siliconas (polímeros orgánicos del silicio). El silicio puede formar enlaces Si-Si, Si-O, Si-C y Si-H, dando lugar a una química organosilícica muy rica.
El silicio es el elemento fundamental de la revolución electrónica y digital de los siglos XX y XXI. Su capacidad para ser dopado con precisión (adición controlada de impurezas) permite modular su conductividad eléctrica, creando así transistores y circuitos integrados. El nombre "Silicon Valley" proviene de este material, que permitió la miniaturización progresiva de los componentes electrónicos, siguiendo la Ley de Moore. Un microprocesador moderno puede contener varios miles de millones de transistores grabados en silicio ultra puro (99.9999999% de pureza). El silicio ha hecho posibles las computadoras, teléfonos inteligentes, Internet y todas las tecnologías de la información que dan forma a nuestro mundo contemporáneo.
El silicio es el segundo elemento más abundante en la corteza terrestre (aproximadamente 27.7% en masa), justo después del oxígeno. Nunca se encuentra en estado puro en la naturaleza, sino siempre combinado, principalmente como sílice (SiO₂) en arena, cuarzo y rocas silicatadas. Los silicatos constituyen la mayoría de los minerales que forman las rocas terrestres (feldespatos, micas, arcillas). El silicio de grado metalúrgico se produce reduciendo la sílice con carbono en hornos de arco eléctrico. Para la electrónica, se requiere silicio ultra puro, obtenido mediante procesos complejos de purificación y crecimiento cristalino (método Czochralski).
El silicio se sintetiza en estrellas masivas durante la fusión de oxígeno y carbono en las capas profundas. Durante las explosiones de supernovas de tipo II, el silicio es eyectado al medio interestelar, contribuyendo al enriquecimiento químico de las generaciones posteriores de estrellas y planetas. La espectroscopia revela la presencia de silicio en muchas estrellas y nebulosas. En el sistema solar, el silicio es un constituyente mayor de los planetas terrestres (Mercurio, Venus, Tierra, Marte) y los asteroides rocosos. En la Tierra, el silicio es el elemento dominante del manto terrestre en forma de silicatos, desempeñando un papel crucial en la tectónica de placas y la geodinámica.
Nota:
El silicio ultra puro de alta pureza necesario para la electrónica es uno de los materiales más puros jamás producidos por la humanidad. Para fabricar chips electrónicos, el silicio debe alcanzar una pureza del 99.9999999% (nueve nueves después del decimal), lo que significa que contiene solo un átomo extraño por cada mil millones de átomos de silicio. Este extraordinario nivel de pureza se logra mediante procesos sucesivos de purificación química, notablemente la destilación de triclorosilano y el crecimiento de monocristales por el método Czochralski, donde un cristal perfecto se extrae lentamente de un baño de silicio fundido.