Extracto de "l'univers des particules" Michel Crozon. electrón es más bien un tipo de punto eléctrico pesado, sobre el que ninguno sabe muy bien ni donde está, ni donde va. Él mismo gira como un trompo sin poder pararse y presenta una forma cierta de connivencia muy discreta (interacción débil) con la inmensa mayoría de otras partículas.
Le pertenece a la familia de los leptones donde ocupa el sitio de honor. En el mundo cuántico, esto quiere decir que cuando una fuerza le actúa, encuentra un objeto sin extensión, en un punto muy preciso, y no una bola que tendría un cierto volumen. Si usted quiere prever donde encontrarlo, hasta con los cálculos más precisos, usted podrá obtener sólo indicaciones bastante vagas del género "este electrón está en alguna parte por ahí, en una zona de algunos 10-10 metros y se dirige más o menos hacia arriba a algunas decenas de millares de kilómetros por segundo". Y si usted quiere ser más preciso sobre su posición, serás hecho ser todavía más vago a propósito de su dirección y a propósito de su velocidad y viceversa. Es una de las paradojas de la mecánica cuántica : usted no sacará este mismo dilema con los mejores instrumentos, las ecuaciones más exactas y los más gruesos ordenadores del mundo, porque, en realidad el electrón no tiene localización precisa. Queda en una especie de vacío, a la vez un poco aquí y un poco allí, a punto que cuando, por ejemplo, atraviese una tarjeta perforada por dos hoyos vecinos, ninguno puede decir por cual hoyo es pasado, ni hasta si es verdaderamente pasado por un solo hoyo.
Sin embargo, si en el curso de sus vagabundeos le pasa que él revuelva otro electrón, esto pasa en un lugar muy preciso, por ejemplo sobre un grano fotográfico que entonces será impresionado : deja allí una pequeña mancha negra, con todo lo pequeña y se puede medir con precisión su posición. Pero después de esta medida, navegará de nuevo sobre su ola incierta, en una dirección que ninguno puede prever.
Es allí el modo de ser de todas partícula conocidas, electrón, protón, neutrón...
Este tipo de ligereza dejó mucho tiempo a los investigadores perplejos : tenían la costumbre de los grandores concretos y precisos como las direcciones de las estrellas o las trayectorias de los planetas.
Los grandes personajes de la ciencia, Albert EINSTEIN, Luis de BROGLIE y otros, se afanaron mucho tiempo por encontrar el medio de asimilarles a los " puntos materiales " que describían en sus ecuaciones acostumbradas y que se parecían más o menos a balas de cañón minúsculas.
Debieron admitir el inconcebible : las partículas, a pesar de esta palabra engañosa que empleamos para designarlas, jamás son muy localizables.
Simplemente son por ahí, en una zona más o menos definida dentro de un territorio delimitado por las fuerzas que les actúan, haces un esfuerzo quiénes les cogen en la trampa y les arrastran a su grado.
Un físico, Werner Heisenberg descubrió las relaciones de incertidumbres, pequeñas desigualdades matemáticas según las cuales se combinan las imprecisiones de sus posiciones y de sus velocidades, y las cuales traducen, bajo forma matemática, esta impresión de ligereza. Ésta introduce de lo imprevisto al mismo corazón de la materia.
¡ Hasta ofrece al electrón la ocasión de realizar suertes de hazañas, como de salvar obstáculos en apariencia infranqueables gracias al hecho de que le pasa que él sea a la vez a los dos lados de la barrera!
Esta incertidumbre fundamental se expresa en el hecho de que una partícula, en las ecuaciones, no es asociada con un punto material a las señas muy precisas, como era el caso en clásico mecánico.
Es inconcebible que nuestro cerebro como sucede en un espacio de 10 a 10 pies, llena el vacío. El electrón permanece unido al núcleo dentro del átomo, y permite que los átomos para formar moléculas.
Que la representa, es una onda, es decir un grandor calculable en diversos puntos del espacio y cuya evolución también en el curso del tiempo, es calculable.
En breve, todas las partículas dependen de cálculos de probabilidad y no de posiciones y de velocidades exactamente calculables. Electrones es una de las partículas más ligeras (10-27 gramo por lo menos entre aquellas a las que se llama nos cerrábamos, las que verdaderamente valoran del sitio. El electrón es proveído de una carga eléctrica, a la cual debe su nombre (1,6*10-19 culombio), es la carga eléctrica elemental; esta carga mantiene a distancia otros electrones; cuando pasa al lado de un protón, un poco de 1800 veces más pesado, el electrón es atraído y es él, quien se abre casi todo el camino.
Se encuentran enganchados uno a otro, el protón en el centro casi inmóvil, extenderse el electrón de modo un poco desordenado por todos lados de él.
Curiosamente, esta fuerza eléctrica, esta atracción que los ata, no los pega verdaderamente juntos. Fuerza solamente el electrón que se queda en un territorio limitado, un tipo de compartimiento cuántico pequeño pero mucho más grueso que el protón.
Sus dos cargas eléctricas se compensan tan exactamente como, vista de lejos, su asociación parece no llevar carga eléctrica de todo y este conjunto neutro constituye un átomo, el más simple de ellos todos; el átomo de hidrógeno.