La astronomía islámica nació de un extraordinario movimiento de traducción iniciado en el siglo VIII bajo el califato abasí. El califa Al-Mansur (754-775) invitó a Bagdad a sabios de diversos orígenes para traducir textos científicos griegos, persas, indios y babilonios al árabe. Esta empresa alcanzó su apogeo bajo Al-Ma'mun (813-833), quien fundó la Bayt al-Hikma (Casa de la Sabiduría), una verdadera academia de ciencias donde trabajaban traductores, matemáticos y astrónomos.
Se tradujeron obras mayores: el Almagesto de Ptolomeo, los Elementos de Euclides, los tratados de Aristóteles y el Brahmasphutasiddhanta de Brahmagupta (traducido como Zij al-Sindhind). Estas traducciones no eran simples transcripciones: incluían comentarios críticos, correcciones y mejoras. Los astrónomos musulmanes heredaron así el sistema geocéntrico ptolemaico, las matemáticas griegas y el sistema numérico indio con el cero.
Bajo Al-Ma'mun, el primer observatorio astronómico institucional vio la luz en Bagdad hacia el 828 d.C., seguido de un segundo en Damasco. Estos establecimientos no eran simples lugares de observación, sino verdaderos centros de investigación donde se fabricaban instrumentos, se realizaban mediciones precisas y se compilaban tablas astronómicas llamadas zij.
Los astrónomos de Bagdad emprendieron programas de observación sistemática para verificar y corregir los datos ptolemaicos. Midieron la oblicuidad de la eclíptica (inclinación del eje terrestre), la precesión de los equinoccios y realizaron mediciones geodésicas para determinar la circunferencia de la Tierra. Una expedición famosa en la llanura de Sinjar midió un grado de meridiano y encontró aproximadamente 56⅔ millas árabes, es decir, unos 111,8 km (valor moderno: 111 km), demostrando una precisión notable.
N.B.:
Los zij (tablas astronómicas) constituyen una de las contribuciones mayores de la astronomía islámica. Estas obras compilan las posiciones de los astros, efemérides, métodos de cálculo de eclipses y parámetros cosmográficos. Se han registrado más de 200 zij, incluyendo el famoso Zij al-Sindhind de Al-Khwarizmi (hacia 820), basado en fuentes indias y griegas, y el Zij al-Sabi' de Al-Battani, que corrigió significativamente los valores ptolemaicos.
Los astrónomos musulmanes perfeccionaron los instrumentos de observación heredados de los griegos e inventaron otros nuevos. El astrolabio planisférico, conocido desde la Antigüedad, se convirtió en un instrumento de alta precisión gracias a las mejoras aportadas por sabios como Al-Fazari (siglo VIII) y Al-Khwarizmi (hacia 780-850).
Aparecieron nuevos instrumentos: el cuadrante mural (que permitía medir la altura de los astros con gran precisión), el sextante, la esfera armilar (representación tridimensional de los círculos celestes) y, sobre todo, los relojes de sol sofisticados para determinar las horas de oración. Al-Zarqali (1029-1087) inventó el astrolabio universal (al-safiha al-zarqaliyya), utilizable en todas las latitudes sin cambiar de placa.
En el siglo XIII, Nasir al-Din al-Tusi hizo construir en Maragha (Persia) un observatorio monumental equipado con instrumentos gigantes: un cuadrante mural de 4 metros de radio y una esfera armilar colosal, que permitían mediciones con una precisión del orden de 1 minuto de arco.
Aunque adoptaron el marco geocéntrico de Ptolomeo, los astrónomos musulmanes identificaron sus incoherencias matemáticas y físicas. El principal problema concernía al ecuante, un punto ficticio alrededor del cual la velocidad angular de un planeta parecía uniforme, violando el principio aristotélico del movimiento circular uniforme.
Ibn al-Haytham (Alhazen, 965-1040), en sus Dudas sobre Ptolomeo, criticó duramente las incoherencias del sistema ptolemaico y propuso un enfoque más riguroso basado en la geometría física. Subrayó que los modelos matemáticos debían corresponder a una realidad física coherente.
Nasir al-Din al-Tusi (1201-1274) inventó el par de Tusi, un mecanismo geométrico ingenioso que permitía generar un movimiento rectilíneo a partir de dos movimientos circulares uniformes. Esta innovación, que eliminaba la necesidad de ecuantes, sería redescubierta por Copérnico dos siglos más tarde y constituye un paso crucial hacia el heliocentrismo.
Ibn al-Shatir (1304-1375), astrónomo damasceno, desarrolló un modelo geocéntrico sin ecuantes, utilizando únicamente epiciclos y movimientos circulares uniformes. Su sistema, de una elegancia matemática notable, es matemáticamente equivalente al modelo heliocéntrico de Copérnico (1543), con la diferencia de que la Tierra sigue en el centro.
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El par de Tusi transforma dos movimientos circulares en un movimiento rectilíneo oscilatorio según la fórmula: \( x(t) = r[\cos(\omega t) - \cos(2\omega t)] \) donde un círculo pequeño de radio \(r\) rueda dentro de un círculo grande de radio \(2r\). Este dispositivo geométrico anticipa ciertos conceptos del cálculo vectorial y demuestra la sofisticación matemática de la astronomía islámica.
| Nombre | Período | Contribuciones mayores | Obras principales |
|---|---|---|---|
| Al-Fazari | muerto hacia 796 d.C. | Primer astrónomo musulmán; traducción del Zij al-Sindhind; desarrollo del astrolabio árabe. | Zij al-Sindhind (adaptado) |
| Al-Khwarizmi | hacia 780 – 850 d.C. | Tablas astronómicas basadas en fuentes indias y griegas; álgebra; difusión del sistema decimal; cálculos trigonométricos. | Zij al-Sindhind, Al-Jabr |
| Al-Farghani (Alfraganus) | hacia 800 – 870 d.C. | Estimación de la circunferencia terrestre; tratados de astronomía ampliamente difundidos en Europa; mejora de los parámetros planetarios. | Kitab fi Jawami Ilm al-Nujum |
| Al-Battani (Albatenius) | 858 – 929 d.C. | Observaciones precisas durante 40 años; mejora de la precesión (54.5" por año); año trópico con 2 segundos de precisión; tablas trigonométricas. | Kitab al-Zij al-Sabi |
| Al-Sufi (Azophi) | 903 – 986 d.C. | Catálogo de 1018 estrellas con magnitudes; primera mención de la galaxia de Andrómeda; descripciones precisas de las constelaciones. | Kitab Suwar al-Kawakib al-Thabita (964) |
| Ibn al-Haytham (Alhazen) | 965 – 1040 d.C. | Crítica del sistema ptolemaico; modelo físico de las esferas celestes; fundador de la óptica moderna; método experimental. | Al-Shukuk ala Batlamyus, Kitab al-Manazir |
| Al-Biruni | 973 – 1048 d.C. | Medición del radio terrestre por triangulación; discusión sobre la rotación de la Tierra; enciclopedia astronómica; estudios comparativos de calendarios. | Al-Qanun al-Mas'udi, Kitab al-Tafhim |
| Omar Khayyam | 1048 – 1131 d.C. | Reforma del calendario persa (calendario jalali); año trópico calculado en 365,2424 días (precisión: 1 día/5000 años). | Zij Malikshahi |
| Al-Zarqali (Arzachel) | 1029 – 1087 d.C. | Astrolabio universal; movimiento del apogeo solar; tablas toledanas influyentes en Europa. | Almanaque, Al-Safiha al-Zarqaliyya |
| Nasir al-Din al-Tusi | 1201 – 1274 d.C. | Par de Tusi (movimiento rectilíneo por círculos); observatorio de Maragha; revisión completa del Almagesto. | Al-Tadhkira fi Ilm al-Hay'a, Zij-i Ilkhani |
| Ibn al-Shatir | 1304 – 1375 d.C. | Modelo geocéntrico sin ecuantes; sistema matemáticamente equivalente al modelo de Copérnico; muwaqqit (relojero astronómico) de la mezquita de los Omeyas. | Kitab Nihayat al-Sul |
| Ulugh Beg | 1394 – 1449 d.C. | Observatorio de Samarcanda; catálogo de 1018 estrellas (precisión 1'); tablas sultánicas; mecenazgo científico. | Zij-i Sultani (1437) |
| Al-Kashi | hacia 1380 – 1429 d.C. | Cálculo de π con 16 decimales; instrumentos astronómicos perfeccionados; trigonometría avanzada. | Zij-i Khaqani, Miftah al-Hisab |
| Taqi al-Din | 1526 – 1585 d.C. | Observatorio de Estambul; relojes mecánicos precisos; observación de cometas; catálogos estelares revisados. | Sidrat Muntaha al-Afkar |
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Al-Battani determinó la duración del año trópico en 365 días, 5 horas, 46 minutos y 24 segundos, es decir, un error de solo 2 segundos con respecto al valor moderno (365,2422 días). Esta precisión extraordinaria, obtenida tras 40 años de observaciones continuas, no sería superada hasta el siglo XVI por Tycho Brahe.
La astronomía islámica se basó en desarrollos matemáticos mayores. La trigonometría esférica, esencial para los cálculos astronómicos, fue sistematizada y perfeccionada. Al-Khwarizmi compiló las primeras tablas de senos, mientras que Abu al-Wafa (940-998) introdujo la función tangente y estableció fórmulas trigonométricas fundamentales como: \( \sin(a \pm b) = \sin a \cos b \pm \cos a \sin b \)
En el siglo XV, Al-Kashi calculó π con una precisión de 16 decimales utilizando polígonos regulares de \(3 \times 2^{28}\) lados, una hazaña de cálculo. También desarrolló métodos de aproximación numérica que anticiparon las técnicas modernas de análisis.
El álgebra, fundada por Al-Khwarizmi en su tratado Al-Jabr wa'l-Muqabala (de donde proviene la palabra "álgebra"), se convirtió en una herramienta indispensable para resolver problemas astronómicos complejos, como el cálculo de las posiciones planetarias y los eclipses.
El islam impone obligaciones rituales que requieren conocimientos astronómicos precisos: determinar la dirección de La Meca (qibla) para la oración, calcular las horas de las cinco oraciones diarias, fijar el inicio de los meses lunares (especialmente el Ramadán) y establecer los calendarios.
Esta dimensión práctica estimuló el desarrollo de una ciencia del tiempo (ilm al-miqat) extremadamente sofisticada. Matemáticos especializados, los muwaqqit, estaban adscritos a las grandes mezquitas y producían tablas para calcular las horas de oración según la latitud y la estación.
La determinación de la qibla se convirtió en un problema complejo de trigonometría esférica. Para dos lugares con coordenadas \((\lambda_1, \phi_1)\) y \((\lambda_2, \phi_2)\), el azimut de la qibla \(q\) viene dado por: \( \tan q = \frac{\sin(\lambda_2 - \lambda_1)}{\cos \phi_1 \tan \phi_2 - \sin \phi_1 \cos(\lambda_2 - \lambda_1)} \) Se desarrollaron instrumentos especializados como la brújula qibla y relojes de sol orientados para facilitar esta tarea.
En 1420, el príncipe timúrida Ulugh Beg, él mismo un astrónomo consumado, fundó en Samarcanda un observatorio monumental que superó a todos sus predecesores. Equipado con un sextante gigante de 40 metros de radio incrustado en una zanja subterránea, este observatorio permitía mediciones de una precisión sin igual: aproximadamente 1 minuto de arco.
Con su colaborador Al-Kashi, Ulugh Beg compiló un nuevo catálogo estelar de 1018 estrellas (el Zij-i Sultani, 1437), el más preciso desde Hiparco y Ptolomeo. Sus mediciones no serían superadas hasta el siglo XVI por Tycho Brahe en Europa, quien se benefició de telescopios de observación.
El observatorio se convirtió en un centro de formación donde se desarrolló una escuela astronómica radiante. Desafortunadamente, tras el asesinato de Ulugh Beg en 1449, el observatorio fue abandonado y cayó progresivamente en ruinas, simbolizando el declive de la edad de oro científica islámica.
A partir del siglo XI, los conocimientos astronómicos islámicos penetraron en Europa por tres vías principales: la España andalusí, Sicilia y las Cruzadas.
Toledo, reconquistada en 1085, se convirtió en un centro mayor de traducción del árabe al latín. Sabios como Gerardo de Cremona (1114-1187) tradujeron más de 80 obras, incluyendo el Almagesto de Ptolomeo (a través del árabe), las obras de Al-Khwarizmi, Al-Farghani y las tablas toledanas de Al-Zarqali.
Estas traducciones introdujeron en Europa:
Términos árabes se arraigaron en el vocabulario astronómico: cenit (samt al-ra's), nadir (nazir), azimut (al-sumut), así como numerosos nombres de estrellas: Aldebarán, Altair, Betelgeuse, Rigel, Vega.
La astronomía islámica representa mucho más que una simple transmisión de los saberes antiguos: constituye una verdadera revolución científica caracterizada por la observación sistemática, la crítica racional, la innovación instrumental y el perfeccionamiento matemático.
Las contribuciones mayores incluyen:
Sin esta mediación islámica, el Renacimiento científico europeo se habría retrasado considerablemente. Las obras de Copérnico, Kepler y Galileo se basaron directamente en las observaciones, críticas e innovaciones desarrolladas durante la edad de oro islámica. La astronomía moderna es así el fruto de una colaboración intelectual transcultural que abarca más de dos milenios.
Referencias:
– Saliba, G., Islamic Science and the Making of the European Renaissance, MIT Press (2007).
– King, D.A., In Synchrony with the Heavens: Studies in Astronomical Timekeeping in Medieval Islamic Civilization, Brill (2004-2005).
– Ragep, F.J., Nasir al-Din al-Tusi's Memoir on Astronomy, Springer (1993).
– Kennedy, E.S., Astronomy and Astrology in the Medieval Islamic World, Ashgate (1998).
– Berggren, J.L., Episodes in the Mathematics of Medieval Islam, Springer (2003).