Desde el Imperio Antiguo (alrededor del 2700 a.C.), los egipcios observaban el cielo para organizar la vida agrícola y religiosa. Las estrellas y el Sol estaban asociados con deidades: Ra con el Sol, Sopdet (Sirio) con la crecida del Nilo, Osiris con la constelación de Orión, Hathor con la estrella Aldebarán, Thot con la Luna y Mercurio, e Isis con ciertas estrellas de la Vía Láctea. La astronomía egipcia era así una mezcla de observación práctica, religión y predicción de inundaciones y estaciones.
Los sacerdotes-astrónomos (hesy-het) registraban rigurosamente sus observaciones en papiros, óstracas y en las paredes de templos y pirámides, anotando las posiciones de las estrellas, el orto heliaco de Sirio, las fases de la Luna y las trayectorias del Sol y los planetas visibles. Estos registros formaban los primeros archivos sistemáticos de fenómenos celestes, utilizados tanto para la planificación agrícola, la regulación del calendario ritual y los ritos funerarios, testimoniando una síntesis única entre ciencia práctica y religión.
Desde el Imperio Antiguo (alrededor del 2700–2200 a.C.), las pirámides y templos egipcios demuestran un dominio asombroso de la orientación celestial. Sus ejes principales a menudo estaban alineados con el orto heliaco de estrellas particulares como Sopdet (Sirio) o con el Sol en los solsticios, permitiendo marcar los momentos clave del calendario agrícola y ritual. Estas alineaciones reflejan una dimensión religiosa profunda, donde cada estructura servía como enlace simbólico entre el mundo terrenal y el dominio divino.
Durante el Imperio Medio (alrededor del 2050–1650 a.C.) y el Imperio Nuevo (alrededor del 1550–1070 a.C.), el uso de gnomones, líneas de sombra y surcos trazados en la arena permitió medir el tiempo con precisión e identificar solsticios y equinoccios. Instrumentos sofisticados para la época, como el merkhet para seguir las estrellas en el meridiano y el bay para apuntar a las declinaciones estelares, complementaban estas observaciones. Los sacerdotes-astrónomos podían así establecer calendarios precisos, coordinar ceremonias religiosas y anticipar las crecidas del Nilo, demostrando una integración estrecha entre observación científica, arquitectura monumental y prácticas religiosas.
| Período / Dinastía | Fechas Aproximadas | Contribuciones Astronómicas | Instrumentos e Innovaciones |
|---|---|---|---|
| Época Predinástica | c. 4000 – 3100 a.C. | Primeras observaciones de estrellas y el Sol para determinar las estaciones agrícolas; uso de puntos de referencia naturales para seguir la crecida del Nilo. | Puntos de referencia naturales y marcas simples en el suelo; primeros intentos de medir la sombra solar. |
| Época Tinita | c. 3100 – 2700 a.C. | Unificación del calendario y primeras construcciones alineadas con el Norte celeste; orto heliaco de ciertas estrellas utilizado para regular fiestas y la agricultura. | Alineaciones rudimentarias de estructuras funerarias y templos; uso temprano de gnomones y observaciones a simple vista. |
| Imperio Antiguo | c. 2700 – 2180 a.C. | Alineación de pirámides y mastabas con el Norte celeste; seguimiento de solsticios y orto heliaco de Sirio para el calendario agrícola. | Uso del merkhet, cuerda de nivel, gnomones y surcos solares. |
| Imperio Medio | c. 2050 – 1650 a.C. | Perfeccionamiento del calendario civil de 365 días; observaciones sistemáticas de estrellas para regular fiestas religiosas. | Alineaciones de templos y construcciones astronómicas para medir estaciones y crecidas del Nilo. |
| Imperio Nuevo | c. 1550 – 1070 a.C. | Desarrollo de la astronomía predictiva: orto y ocaso de Sirio, estrellas circumpolares y seguimiento de planetas visibles a simple vista. | Mediciones precisas con merkhet, bahía, instrumentos de cuerda y líneas de sombra para orientación y calendarios. |
| Período Tardío | c. 664 – 332 a.C. | Compilación de tablas astronómicas en papiros; adaptación de calendarios civiles y religiosos; observación de eclipses y cometas. | Papiros astronómicos, alineaciones de templos y uso de instrumentos tradicionales para seguir ciclos lunares y solares. |
| Período Ptolemaico | c. 332 – 30 a.C. | Introducción de la astronomía griega; establecimiento de calendarios más precisos; primeros intentos de predecir movimientos planetarios según modelos helenísticos. | Combinación de instrumentos egipcios tradicionales con astrolabios y relojes astronómicos griegos; papiros y textos bilingües para observaciones. |
| Período Romano | c. 30 a.C. – 395 d.C. | Continuación de tradiciones ptolemaicas; observaciones sistemáticas para el calendario civil romano; adaptación de fiestas y rituales egipcios al calendario romano. | Instrumentos egipcios y griegos combinados con gnomones y relojes de sol romanos; copias de papiros y tablillas para transmitir conocimientos astronómicos. |
N.B.:
El calendario civil egipcio de 365 días, basado en el orto heliaco de Sirio, era preciso hasta unas pocas horas. Permitió predecir la crecida anual del Nilo, esencial para la agricultura y la organización del país.
Los egipcios utilizaban cálculos simples pero efectivos para anticipar las estaciones, predecir la crecida del Nilo y regular los calendarios civiles y rituales. La duración de los días y las noches se medía con gnomones y surcos trazados en la arena, mientras que la observación de estrellas y el Sol guiaba la construcción y orientación de pirámides, templos y mastabas.
Aunque la astronomía egipcia no alcanzó la sofisticación aritmética de los babilonios, aplicaba la geometría para establecer ejes precisos y ángulos de visibilidad celeste, anticipando algunos métodos trigonométricos utilizados siglos después. Los cálculos se centraban en la declinación de estrellas circumpolares, mediciones de meridianos y la determinación del orto heliaco de Sirio, demostrando un equilibrio notable entre observación empírica, instrumentación rudimentaria y conocimiento matemático aplicado a la arquitectura y el ritual.
Los papiros astronómicos, a menudo ilustrados con diagramas y tablas, servían para registrar fenómenos celestes y transmitir este conocimiento a las generaciones futuras, asegurando la continuidad de las prácticas astronómicas y agrícolas a lo largo de los siglos.
La astronomía egipcia influyó en griegos y romanos a través de sus calendarios, puntos de referencia estelares y uso práctico de la observación. El orto heliaco de Sirio, por ejemplo, se convirtió en un punto de partida para la determinación del año civil en la antigüedad mediterránea.
Referencias:
– Clagett, Marshall, Ancient Egyptian Science: A Source Book, Vol. 2, American Philosophical Society (1995).
– Neugebauer, Otto, The Exact Sciences in Antiquity, Dover (1969).
– Belmonte, Juan A., Star Names and Observations in Ancient Egypt, Archaeoastronomy Journal (2001).
– Lockyer, Norman, The Dawn of Astronomy, Macmillan (1894).
– Leitz, Christian, Lexikon der ägyptischen Astronomie, Harrassowitz (2002).