La astronomía en la China imperial no era simplemente una ciencia, sino una institución estatal crucial. Se basaba en el concepto del Mandato del Cielo, que establecía un vínculo directo entre el orden cósmico y la legitimidad política. El emperador, como Hijo del Cielo, debía mantener la armonía entre el cielo y la tierra.
Esta visión única llevó al desarrollo de un sistema de observación y registro sin precedentes en la historia humana. El Taishìjū (Oficina Astronómica Imperial), institución oficial creada bajo los Han, funcionó, con reformas, durante más de mil años.
| Dinastía | Período | Contribuciones astronómicas mayores | Instrumentos y realizaciones técnicas |
|---|---|---|---|
| Shang | c. 1600 – 1046 a.C. | Primeras observaciones sistemáticas de eclipses y fenómenos celestes grabados en huesos oraculares. Establecimiento de un calendario lunisolar rudimentario. | Uso de gnomones para medir la altura del Sol y determinar los solsticios. |
| Zhou | 1046 – 256 a.C. | Organización del cielo en 28 logias lunares (xiù 宿); introducción de una astronomía de Estado vinculada a los ritos imperiales y la agricultura. | Perfeccionamiento de los relojes de sol y clepsidras para la medición del tiempo. |
| Han | 206 a.C. – 220 d.C. | Establecimiento de un catálogo de 2.500 estrellas y primeras observaciones de los movimientos aparentes de las estrellas; comprensión de la periodicidad de los eclipses. | Zhang Heng perfeccionó la esfera armilar hidráulica y creó el primer sismoscopio (132 d.C.). |
| Tang | 618 – 907 | Estandarización del calendario lunisolar Da Yan; mediciones precisas de la duración del año trópico (365,25 días); creación de un servicio astronómico imperial centralizado. | Diseño de globos celestes y mejora de las esferas armilares de bronce utilizadas para la navegación y los rituales. |
| Song | 960 – 1279 | Observación detallada de las supernovas de 1006, 1054 y 1181; estudios de la variación de la oblicuidad de la eclíptica y del movimiento del Sol sobre la eclíptica. | Su Song construyó (1090) la Torre del Reloj Astronómico Hidráulico (Xin Yi Xiang Fa Yao), el primer mecanismo de escape conocido. |
| Yuan | 1271 – 1368 | Reforma del calendario bajo Guo Shoujing: cálculo de un año trópico de 365,2425 días; mejora de los modelos de movimientos planetarios. | Construcción de instrumentos de precisión (jianyi) y establecimiento de un gran observatorio en Dadu (Pekín). |
| Ming | 1368 – 1644 | Observaciones regulares de manchas solares y auroras boreales; creación de mapas estelares detallados basados en los registros Yuan. | Fundación del Observatorio Imperial de Pekín (1420), equipado con instrumentos masivos de bronce para la medición angular. |
| Qing | 1644 – 1912 | Fusión de las tradiciones china y europea: adopción de las tablas de Kepler y la trigonometría esférica introducida por los jesuitas (Ricci, Schall, Verbiest). | Creación de instrumentos híbridos (cuadrantes, sextantes, esferas armilares) que combinaban técnicas europeas y chinas en el Observatorio de Pekín. |
N.B.:
Una esfera armilar puede tener de 3 a 10 anillos según su complejidad. Los modelos imperiales chinos sofisticados suelen tener 6 a 8 anillos (ecuador, eclíptica, meridiano, horizonte/azimut, trópicos, círculos horarios/declinación).
N.B.:
La supernova de 1054 observada por los astrónomos chinos dio origen a la nebulosa del Cangrejo, un objeto celeste aún estudiado por los astrofísicos contemporáneos. Sus archivos proporcionan datos cruciales sobre la evolución de esta nebulosa.
N.B.:
La medición del año trópico por Guo Shoujing (1280) en el calendario Shoushi Li dio como resultado un valor de 365,2425 días, lo que ilustra la excelencia de las matemáticas y la modelización astronómica china, mucho antes de la adopción del calendario gregoriano en Europa (1582).
Referencias:
– Joseph Needham, Ciencia y Civilización en China, Vol. 3 y 4, Cambridge University Press (1959–1971).
– Christopher Cullen, “Astronomía y Matemáticas en la Antigua China”, Journal for the History of Astronomy, Vol. 13 (1982).
– Xu, Y. et al., Observatorios y Calendarios Antiguos Chinos, Sociedad Astronómica de Pekín (2009).
– Sun & Kistemaker, El Cielo Chino durante la Dinastía Han, Brill (1997).
El ingenio mecánico chino se ilustró desde la antigüedad con la creación de instrumentos astronómicos de precisión, verdaderas obras maestras de la ingeniería. Durante la dinastía Han, Zhang Heng (78–139) perfeccionó la esfera armilar hidráulica y diseñó el primer sismoscopio capaz de detectar la dirección de un terremoto. La precisión de la esfera armilar hidráulica era de \( \approx 1 \)°.
Durante la dinastía Song, Su Song (1020–1101) realizó la famosa Torre del Reloj Astronómico Hidráulico (1090), de más de diez metros de altura y equipada con el primer mecanismo de escape conocido. Combinaba la observación celeste, la medición del tiempo y la automatización.
A diferencia del modelo griego basado en constelaciones figurativas, la astronomía china dividía el cielo en 28 logias lunares (xiù 宿), correspondientes al recorrido mensual de la Luna. Este sistema, que apareció durante la dinastía Zhou, servía para ubicar las posiciones celestes, regular el calendario y predecir los fenómenos astronómicos.
Cada logia estaba asociada a una región celeste, un animal simbólico y significados astrológicos. Esta división reflejaba una visión del mundo donde los movimientos del Cielo y los asuntos humanos estaban íntimamente ligados, según el principio de tian ren he yi (天人合一) – "unidad del Cielo y el Hombre".
N.B.:
El sismoscopio inventado por Zhang Heng en 132 fue el primer instrumento conocido capaz de detectar un terremoto y indicar su dirección. Se basaba en un péndulo interno cuyo movimiento liberaba una bola de bronce, señalando el sismo a través de un mecanismo con ocho dragones orientados hacia los puntos cardinales.
En la antigua China, la observación del cielo tenía una dimensión política y ritual. El soberano, el Hijo del Cielo (Tianzi 天子), debía mantener la armonía cósmica entre el Cielo y la Tierra. Cada dinastía estableció un observatorio imperial, centro científico, astrológico y administrativo.
El más famoso fue el Observatorio de Pekín (建天台), renovado durante la dinastía Yuan alrededor de 1279 y modernizado por las dinastías Ming y Qing. Equipado con instrumentos masivos de bronce—esferas armilares, círculos azimutales, cuadrantes y sextantes gigantes—permitía medir con precisión la posición de las estrellas, los planetas y el Sol.
Desde el primer milenio antes de nuestra era, los astrónomos chinos emprendieron la cartografía sistemática del cielo. Durante la dinastía Tang (618–907), los catálogos estelares ya incluían más de 1.300 estrellas, distribuidas según los tres recintos celestes (sān yuán 三垣) y las 28 logias lunares. Los mapas de seda descubiertos en Dunhuang (hacia 700) son los planos estelares completos más antiguos conocidos.
En el siglo XVII, la introducción de la astronomía occidental por los misioneros jesuitas, como Johann Adam Schall von Bell y Ferdinand Verbiest, enriqueció la tradición china. Verbiest rediseñó y recalibró los instrumentos del Observatorio de Pekín según los métodos europeos, creando así un raro ejemplo de fusión entre las ciencias celestes de Oriente y Occidente.
En la civilización china, la astronomía nunca estuvo separada de la filosofía, la política y los ritos. Los movimientos celestes se percibían como manifestaciones visibles del orden cósmico, reflejo del Dao (道) – la vía natural que gobierna el universo. El papel de los astrónomos imperiales era doble: medir con rigor los fenómenos celestes e interpretar su significado moral y dinástico.
Cada evento astronómico—cometa, eclipse, conjunción planetaria—se interpretaba como un presagio celestial. Un eclipse mal predicho podía considerarse una falta grave de la Oficina de Astronomía y acarrear sanciones severas. Esta responsabilidad dio origen a una tradición de observaciones minuciosas, continuas durante más de dos milenios.
El simbolismo de las constelaciones impregnó profundamente la cultura china. Los Tres Recintos (San Yuan 三垣) representaban la corte celestial del emperador, mientras que las Veintiocho Logias Lunares (Ershiba Xiu 二十八宿) estaban asociadas a las criaturas guardianas de las cuatro direcciones: el Dragón Azul del Este, el Tigre Blanco del Oeste, el Pájaro Bermellón del Sur y la Tortuga Negra del Norte. Estas figuras regulaban el ritmo del calendario, la música e incluso la arquitectura imperial.
Esta visión holística, que vinculaba los cielos y la sociedad, influyó duraderamente en los sistemas de pensamiento del Este de Asia: la cosmología coreana, japonesa y vietnamita adoptaron las mismas divisiones celestes y el mismo principio de armonía entre el Cielo y el Hombre (Tian Ren He Yi 天人合一). Así, la astronomía imperial china no era solo una ciencia de observación, sino un lenguaje simbólico universal que traducía el orden moral del cosmos.
La astronomía imperial china constituye un legado científico de una riqueza excepcional, fruto de más de dos milenios de observaciones sistemáticas, cálculos rigurosos e ingeniería mecánica avanzada. Las innovaciones técnicas, desde los gnomones de los Shang hasta los relojes hidráulicos de los Song y los instrumentos híbridos de los Qing, testimonian un dominio profundo de los fenómenos celestes.
Los catálogos estelares, los mapas celestes y los sistemas calendáricos chinos permitieron mediciones precisas del año trópico, los eclipses y las posiciones planetarias, a menudo con una precisión comparable a la de los instrumentos europeos contemporáneos. Este rigor científico iba acompañado de una visión cosmológica y simbólica donde el Cielo y la Tierra estaban estrechamente vinculados, influyendo en la política, la cultura y la sociedad.
Hoy, la astronomía imperial china sigue siendo una fuente mayor para la historia de la ciencia, ofreciendo modelos de observación continua y síntesis técnica que aún inspiran la cartografía celestial, la mecánica instrumental y la comprensión del papel de las tradiciones científicas no occidentales en el desarrollo global del conocimiento astronómico.