Los satélites naturales, comúnmente llamados lunas, orbitan alrededor de planetas. Surge una intrigante pregunta científica: ¿puede un satélite tener a su vez un satélite natural, que podríamos llamar una "luna secundaria"?
Una luna secundaria es un satélite natural que orbita alrededor de otro satélite natural, que a su vez orbita un planeta. La estabilidad de una órbita de este tipo está extremadamente limitada por varios factores:
- La gravedad dominante del planeta principal, que tiende a perturbar las trayectorias de los pequeños satélites.
- Las fuerzas de marea ejercidas sobre el satélite secundario por el planeta principal, que pueden provocar su desintegración o eyección.
- La esfera de Hill del satélite principal, que define la región alrededor del satélite donde su gravedad domina sobre la del planeta, limita fuertemente la distancia máxima para una luna secundaria estable.
Actualmente, no se ha observado ninguna luna secundaria en nuestro sistema solar, pero las simulaciones numéricas sugieren que podrían existir alrededor de satélites muy masivos como Ganímedes o Titán, siempre que permanezcan cerca del satélite padre.
Para que un sistema de este tipo sea estable, deben cumplirse varias condiciones:
Según George Darwin (1845-1912), los efectos de marea limitan el tamaño máximo y la distancia orbital de cualquier satélite secundario. La esfera de Hill define el volumen alrededor de un satélite en el que su gravedad domina sobre la del planeta.
Hasta ahora, no se ha observado ninguna luna secundaria en nuestro sistema solar.
Satélite principal | Masa | Distancia máxima para satélite secundario | Comentario |
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Ganímedes | 1,48 × 1023 kg | ~500 km | Simulación numérica indica posible órbita estable cerca del satélite |
Titán | 1,35 × 1023 kg | ~400 km | La gravedad de Saturno limita fuertemente las órbitas externas |
Calisto | 1,08 × 1023 kg | ~300 km | Órbitas internas posibles pero no detectadas |
Fuente: Icarus, Hill sphere and stability analysis of moonlets.
A diferencia de las grandes lunas de los planetas gigantes, muchos asteroides tienen sus propios satélites naturales. Estos sistemas, llamados sistemas binarios o múltiples de asteroides, son relativamente comunes en el cinturón principal y entre los asteroides cercanos a la Tierra.
Sin embargo, estos asteroides no presentan "lunas secundarias" en el sentido estricto. La razón principal está relacionada con la escala gravitacional muy reducida:
Así, aunque los asteroides pueden tener lunas, la formación de lunas secundarias alrededor de estos satélites es prácticamente imposible. Este contraste ilustra la importancia de la masa y la gravedad central en la estabilidad de los sistemas de múltiples niveles.
Aunque las lunas planetarias y los satélites de asteroides son todos satélites naturales, presentan diferencias fundamentales relacionadas con su tamaño, gravedad y entorno orbital.
Las principales distinciones son las siguientes:
Esta comparación ilustra cómo la gravedad y el entorno orbital controlan la complejidad de los sistemas de satélites naturales y explica por qué los sistemas jerárquicos con "lunas de lunas" son extremadamente raros en el sistema solar.
Asteroide principal | Satélite | Distancia media | Comentario |
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243 Ida | Dáctilo | ~90 km | Primer satélite de asteroide descubierto por la misión Galileo |
87 Sylvia | Rómulo | ~1350 km | Sistema triple con Remo, estable en el cinturón principal |
87 Sylvia | Remo | ~710 km | Segundo satélite del mismo sistema |
22 Kalliope | Linjia | ~1100 km | Ejemplo de sistema binario con órbita circular |
90 Antiope | Antiope B | ~170 km | Sistema binario casi idéntico en masa |
130 Elektra | P4 | ~500 km | Sistema triple con satélites muy cercanos |
107 Camilla | S/2001 (107) 1 | ~1200 km | Descubierto por observaciones telescópicas recientes |
3749 Balam | S/2002 (3749) 1 | ~70 km | Ejemplo de asteroide cercano a la Tierra con satélite |
Fuente: Icarus, Asteroid Satellites: Observations and Dynamics y Minor Planet Center.