El "Macro organismo" Tierra es febril y toda la humanidad pánica, cada inundación, tempestad, maremoto y otro terremoto hace escalar la angustia de los hombres. Los efectos del calentamiento climático tan anunciado, podrían ser sentidos bien antes que previsto. Las previsiones son alarmistas : un calentamiento de 1,4 a 5,8° Celsius está previsto en efecto de aquí a los finales del siglo 21, será el aumento más fuerte de temperatura que habrá conocido la Tierra después cerca de 10 000 años. Entra el período nevera que conoció nuestro planeta hace 20 000 años y el período más caliente que conoció hace 7 000 años, había sólo 7° Celsius. Si la temperatura de la Tierra aumenta en un siglo de 5,8° a Celsius como anunciado, la gente viva deberá adaptarse muy rápidamente como jamás tuvo que hacerle y ciertas especies no sobrevivirán.
Las primeras consecuencias de este calentamiento son ya visibles. En efecto comprobamos cada día que los glaciares retiran, que las inundaciones son cada vez más catastróficas, que los períodos de sequedades vuelven cada vez más frecuentemente, que la banquisa ártica disminuye a pasaje vivo...
Nuestra estrella, el sol, nos envía cada día una cantidad considerable de energía, por término medio anual esta energía es, en las capas elevadas de la atmósfera, 342 W/m2 y al día.
El albedo medio de la tierra que es del 30 %, aproximadamente 225 W/m2/j es absorbido por el suelo y la atmósfera baja.
Por comparación, la humanidad entera consume muy poca energía (menos de 1/10000 de la energía abastecida por el Sol).
La energía solar nos llega en forma de radiación electromagnética. Estas radiación se nos presentan, en forma de ondas radio, de infrarrojos, de luz visible, de radiación ultravioleta, de radiación X, de radiación gamma. Es sobre todo en forma de luz visible y de infrarrojo que esta energía se disipa sobre la Tierra pero el 30 % del brillo total es directamente reflejado en el espacio. El resto es consumido por nuestro "macro organismo" la Tierra, para finalmente ser emitido en el espacio en forma de radiación infrarroja.
Los gases a efecto de invernadero impiden en parte este radiación dejar nuestra atmósfera devolviéndonos estos infrarrojos que aumentan la temperatura global del planeta.
El efecto de invernadero es el fenómeno que deja pasar la luz del Sol e impide que el calor producido se disipa demasiado rápidamente hacia el exterior con el fin de aumentar la temperatura dentro de la veranda. Los gases a efecto de veranda desempeñan un papel de cubierta porque no impiden la luz del Sol llegar hasta nosotros, sino impiden el brillo infrarrojo emitido por el suelo de irse de nuevo totalmente hacia el espacio. Los gases a efecto de invernadero son indispensables para el equilibrio de la temperatura terrestre porque ineficaz de invernadero nuestro planeta tendría una temperatura media de-18°C en lugar de +15 °C actualmente y pues la gente de la viviente sería muy diferente. La humanidad asiste en directo desde hace varios años, gracias a sus robots de observación, gracias a un cambio climático que se apresura. La variación del clima en el tiempo es un fenómeno que empujó los seres vivos a adaptarse y pues a evolucionar poco a poco desde millones de años.
¿ Acaso el hombre podrá reducir este efecto de invernadero para darse el tiempo de tomar en consideración todos los efectos negativos que esto engendrará?
Es probable, a pesar de todos nuestros esfuerzos, que no nos llegarán a modificar la curva cebada por la temperatura global del planeta, nos deberán pues reorganizarnos y adaptarnos como nos lo impone cada vez la "Natura".
El dióxido de carbono (CO2) es el principal gas a efecto de invernadero en el estado natural, con vapor de agua. Su vida útil en la atmósfera es de cerca de 100 años. Los retoños de dióxido de carbono tienen dos orígenes, anthropic De griego "anthropos" que significa hombre. Bajo la responsabilidad del hombre... y natural.
La humanidad rechazó en 2005, 27 gigantones de CO2 (una tonelada de CO2 ocupa un volumen de 545 m3) y el aumento de estas retoños va a intensificarse con las necesidades fuertes de energía de los países emergentes. Los incendios son naturales aunque el hombre tiene una gran parte de responsabilidad en el número de incendios sobre Tierra.
Los fuegos de 1997 en Indonesia soltaron entre 0,81 y 2,57 giga toneladas de carbono - entre el 13 y 40 % de las emisiones anuales mundiales de la época.
El ministerio del Medio ambiente canadiense considera que para cada acre El acre es una antigua unidad de medición de superficie, 1 acre = 4046,85642 m2. Consumiendo [aproximadamente 4 km2] por bosque mayoritariamente compuesto de coníferas, cerca de 4,81 toneladas de carbono son soltados en la atmósfera, entre el 80 y 90 % en forma de dióxido de carbono (CO2), al ser el resto monóxido de carbono (CO) y metano (CH4).
En 2006, hubo 96385 fuegos, representando 47,47 millones de toneladas de carbono.
En calidad de comparación, las emisiones anuales de dióxido de carbono en los Estados Unis confina con los 6 mil millones de toneladas.
Es gracias a las extracciones de un testigo de hielo que retiramos del suelo del Antarctica, hasta más de 3500 metros de profundidad, que podemos leer en el pasado. Estos archivos preciosos contienen en las burbujas encarceladas de aire, la atmósfera de en otro tiempo. Nos permiten leer el clima de la Tierra desde un período lejano, hasta los 750 000 años. La Tierra atravesó varios grandes ciclos sucesivos de calentamiento luego de enfriamiento global durante 400 000 últimos años con un ciclo de aproximadamente 100 000 años. Estamos actualmente desde más de 10 000 años en un ciclo de calentamiento desde el último período interglaciar. Es así gracias a las numerosas estaciones meteorológicas repartidas sobre todo el planeta que medimos el calentamiento climático. Son las estaciones que comprobaron la elevación de 0,6° Celsius de la temperatura media del planeta, desde el 1880. Los balones radiosondas (50 años de medidas) y los satélites meteorológicos (desde el 1979) nos envían informaciones sobre la temperatura de las capas bajas de la atmósfera terrestre en particular la troposfera (0-10 km).
Los satélites registran sólo una ganancia de temperatura comprendida entre 0,05° Celsius y 0,13° Celsius por década en las medias capas de la troposfera, contra 0,18°C en superficie. Balones sondas, obtenemos un calentamiento de la troposfera de 0,14 ° Celsius por década entre 1979 y 2005. O 0,4°C por lo menos que la superficie. Los datos de los balones sondas y satélites no son objeto de un consenso científico, lo que muestra el carácter imperfecto de los modelos climáticos.
Groenlandia : el Instituto Alfred Wegener (AWI) confirmó en 2007, la tendencia a la disminución del hielo de mar en Ártico, también bien en superficie que en espesor, dos veces más fino que en 2001, según los resultados de una expedición internacional, llevado en el marco del año polar internacional.
Si desde hace treinta años, las fluctuaciones del espesor del hielo no son regulares, una tendencia al adelgazamiento de estas capas parece sin embargo dibujarse, según el doctor Ursula Schauer, responsable de la expedición. Además, en la superficie del hielo de mar, los oceanógrafos produjeron la presencia maciza de agua de fundición, que no se esperaban guardar en tales proporciones. Según el acta efectuada y las nuevas modelizaciones realizadas, podría que el Ártico sea exento de hielo del verano de 2070, subraya el doctor Schauer.
La brillante superficie de la banquisa ártica reflexiona hacia el espacio, la mayoría de la luz del Sol que lo alcanza. Con la fundición de los hielos, la superficie brillante reduce y una cantidad más grande de radiación solar es absorbida, lo que hace se recalientan más rápido y él se hace entonces más difícil para la banquisa de reformarse. La banquisa está desde unas décadas, a un ciclo donde la disminución de su superficie aligera. Desde finales de los años 1970, principio de las observaciones satélite, alcanzó un mínimo de 3 millones de km2, sea 1 millón de km2 por lo menos que minima ya observados en 2005 y 2006 (credito ESA).
Sahara : el análisis de las formaciones dunares fósil en Chad por investigadores del CNRS en febrero de 2006 (revisada Ciencia), determinó la edad de Sahara, el desierto más vasto del planeta. No tendría edad de 86000 años, como se lo creía inicialmente, pero por lo menos de 7 millones de años. Según el CNRS, hay algunos millares de años, en el emplazamiento del actual Sahara, reinaba un clima húmedo y se encontraban los numerosos ríos y los lagos, de los que estaban el Lago Mega Chad.
Sahara no es por eso un joven desierto : otros episodios desérticos anteriores han sido registrados, el estimulante más viejo en 86000 años.
Otros indicios, encontrados en el seno de extracciones de un testigo realizadas en el océano a la altura del continente africano, le sugieren la existencia en África del Norte de episodios áridos anteriores a este último.
Antárctica : la Nasa anunció haber observado por satélite a principios de 2005 una fundición del hielo del Océano Antárctica sobre una zona de la superficie de California, el resultado directo del calentamiento climático, según la agencia espacial americana.
Las zonas nevadas y muy importantes se derritieron al oeste del Antárctica. Esta fundición, en pleno verano austral, " es la más importante observada por satélites estas tres últimas décadas.
En resumen, las regiones afectadas por este fenómeno cubren una superficie tan importante como la de California ", es decir unos 400.000 km2.
Este fenómeno es el resultado de temperaturas particularmente ascendidas al principio de 2005 en esta región del globo, es decir 5 grados centígrados en ciertos lugares.
La temperatura quedó positiva durante cerca de una semana en una de las zonas observadas.
No obstante, la agencia espacial subrayó que este período no había durado mucho tiempo para que el agua vaya al océano o penetre por intersticios entre las capas de hielo, corriendo peligro de hacer derribar pedazos enormes al mar, y pues de hacerlo subir el nivel. Las observaciones del JPL (Chorro propulsión Laboratory) intervienen mientras que hasta ahora, Antárctica era sólo poco o no recalentada a excepción de la península Antárctica, indicó Konrad Steffen, director del instituto de búsqueda en ciencias del medio ambiente en la universidad de Boulder (Colorado, el oeste), uno de los autores del estudio. Alzas de temperaturas como la 2005, podrían tener un impacto fuerte sobre la fundición de las capas de hielo Antárctica si se renuevan de modo importante en el tiempo, afirmó Sr. Steffen.
Cerca del 5 % de la energía del Sol es emitido en forma de brillo UV. Este radiación UV es clasificado en tres Categorías con arreglo a su longitud de onda : los UV-A, UV-B y UV-C. No obstante, debido a la absorción del UV por la capa de ozono de la atmósfera, el 99 % de la luz UV que alcanza la superficie de la Tierra pertenece a la gama de UV-A. El UV atraviesan la misma atmósfera por el tiempo frío o nublado (no tienen que ver nada con la sensación de calor proporcionada por el sol, que es debida a los infrarrojos).
El UV son reflejados por el agua (el 5 % del UV), la arena (el 20 % del UV), la hierba (el 5 % del UV) y sobre todo la nieve (el 85 % del UV). Son más numerosos entre las 12 horas y las 16 horas y a alta altitud porque atraviesan una capa más fina de la atmósfera, y son menos interceptados por moléculas de ozono. El hoyo en la capa de ozono es potencialmente peligroso debido a la nocividad importante de los rayos ultravioleta.
En la alta atmósfera de la Tierra, la capa de ozono es una concentración de ozono que filtra una parte de las radiación ultravioladas emitidos por el Sol. Esta capa protectora es amenazada por la polución, en particular por las emisiones de gas CFC (Clorofluorocarbono), que suben en la alta atmósfera y catalizan allí la destrucción del ozono, siendo así al principio del hoyo en la capa de ozono.
Como instrumento de medida, podemos anotar el instrumento GOMOS del satélite ENVISAT.
Antonio Ruiz de Elvira, profesor de Física de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid), es optimista frente a la evolución de la capa) de ozono.
Según él, el hoyo de la capa de ozono se estabilizó durante estos quince últimos años gracias a una bajada del 90 % de las emisiones de clorofluorocarbono.
Esta reducción debería permitir al hoyo cerrarse de 80 años. En 2007, la superficie del hoyo de la capa de ozono es inferior a la de la 2006, " Aunque el hoyo sea más pequeño que habitualmente, no podemos concluir que la capa de ozono ya se restablece ", precisó Ronald van der A, especialista del Instituto meteorológico real neerlandés (KMNI).
Desde los años 1950, el Sol presenta una fase de actividad extraordinaria. Es la conclusión que alcanzaron investigadores del instituto Max Planck para la búsqueda sobre el Sistema solar, en colaboración con científicos finlandés, en un artículo publicado en la revista "Physical Revew Letters".
El desarrollo temporal de la actividad solar parece seguir de muy cerca el de la temperatura media a la superficie de la tierra, lo que da cuenta de la influencia del Sol sobre el clima terrestre. Los investigadores mostraron sin embargo que el calentamiento climático de los 30 últimos años podía sólo ser imputado muy parcialmente a la actividad solar. Resulta de eso que si la actividad solar influye sobre el clima, jugó sólo un menor papel en el calentamiento reciente y climático. El Sol, la fuente formidable de calor, permitió a la vida desarrollarse sobre nuestro planeta y guía sus grandes evoluciones climáticas. Visto por la Tierra, el astro parece muy apacible sin embargo es el asiento de tempestades y de explosiones de extremo violencia. El observatorio espacial europeo Soho les permite a los especialistas disponer de una vista ininterrumpida y completa del Sol.
Pueden así analizarlo bajo varios ángulos : oscilaciones, brillo electromagnético, plasma y viento solar. El satélite recolecta cada día de los millares de imágenes y de datos que les permiten a los científicos comprender mejor los fenómenos climáticos a la escala planetaria.
La huela ecológica, creada en los años 1990 por MM. Mathis Wackernagel y William Rees, dos investigadores de la Universidad British Columbia, en Vancouver, es la presión ejercida por la humanidad sobre la naturaleza. Valúa la superficie productiva necesaria para una población para responder a su consumo de recursos y a sus necesidades de absorción de desechos. Esta petición sobrepasa 2007 los límites de las capacidades de regeneración de los ecosistemas. La petición media mundial es de actualmente 14,1 mil millones de hectáreas, esté de 2,23 hectáreas globales por persona mientras que hay sólo 1,8 hectáreas globales de superficies de tierras y de mares disponibles biológicamente productivos por persona. La economía humana está en adelantamiento ecológico. La impresión ecológica global de la humanidad aumentó el 50 % entre 1970 y 1997, sea una subida de cerca del 1,5 % al año. La proliferación creciente de la especie humana sobre el planeta puede provocar un hundimiento verdadero y ecologista porque la humanidad utiliza el agua más rápidamente que se recarga en el suelo, corta los bosques más rápidamente que se regeneran, emite del CO2 en la atmósfera más rápidamente que no puede absorberlo. Teniendo en cuenta que la petición es muy probable que en 2050, la humanidad consuma dos veces lo que el planeta puede producir en recursos naturales.
La necesidad petrolera mundial probablemente va muy a continuar aumentando en los treinta años próximos. Según la Agencia Internacional de la Energía (TENGA), este crecimiento podría ser del 60 %, la previsión que queda sin embargo mancillada por incertidumbres, tanto es difícil de valuar la evolución de las poblaciones, las economías, las modas de vida, tecnologías, incluso evoluciones geopolíticas.
El conjunto de los meteorólogos se pone de acuerdo sobre el hecho que el crecimiento del consumo será tirado en gran parte por los países emergentes como China o la India, que conocen un crecimiento económico muy constante.
La petición de estos países aumentará tres veces más rápidamente que la de la zona OCDE para alcanzar cerca de la mitad de la petición total de petróleo el horizonte 2030 (contra el 13 % en 1970).
Todas las erupciones volcánicas tienen efectos sobre el clima de la escala local a regional y algunas de ellas, particularmente importantes, rechazan polvos en la estratosfera y modifican el clima planetario durante algunos meses. La actividad volcánica rechaza del CO2 y ácido sulfúrico en forma de gotitas. Los retoños de cenizas pueden alcanzar millones de toneladas y subir hasta varios kilómetros de altitud que arrastra un enfriamiento del clima. En 1450 Avda. JC, la erupción volcánica del Santorín en mar el Egeo va a poner en suspensión de tales cantidades de polvos como durante verano que sigue en Europa y en el Oriente Próximo, el cielo queda velado y la temperatura baja de aproximadamente 0,5°C. Recientemente, la erupción de Pinatubo filipino en 1991 arrastró proyecciones hasta 35 km de altitud. Dos meses después de la explosión, más de 40 % de una banda intertropical entre 30°N y 20°S fue recubierta por los aerosoles, arrastrando una bajada media de la temperatura del planeta entra 0,1 y 1°C. Los volcanes indonesios Krakatoa (1883), Augun (1963), el monte Santo Helens (1980) en los Estados Unidos y el volcán mexicano El Chichòn (1982) tuvieron los mismos efectos.
El volcanismo implica una caída de las temperaturas a corto plazo pero fue un factor poderoso de calentamiento en el momento del cretáceo superior, hay cerca de 80 millones de años. La temperatura era de 6°C superior a la que conocemos hoy, sea el período más caliente de la historia de la Tierra marcada por un volcanismo superior.
Krakatoa explotó en agosto de 1883 y pulverizó los polvos hasta más de 70 kilómetros en la atmósfera.
La altimetría espacial permite medir con precisión (del orden del milímetro), las variaciones del nivel medio global del mar con relación al centro de la Tierra.
Los científicos prevén de aquí a 2100 la fundición parcial o total de los glaciares, el 98 % de ellos que están actualmente en regresión, y una elevación logra por mediación del nivel de los océanos comprendida entre 9 y 88 centímetros. Durante la última glaciación, hace 20000 años el hemisferio Norte fue parcialmente recubierto por los hielos. El nivel del mar era 120 metros más bajos que hoy. Con la fundición de los casquetes glaciares, comenzada hace 18 000 años el nivel de los océanos progresivamente volvió a montar luego se estabilizó hace 6000 años. Después, el nivel medio varió sólo un o dos metros. En cien años el nivel medio global aumentó 2 milímetros al año. La elevación media del nivel global del mar desde el 1993 es principalmente causada por una dilatación térmica del océano. Según el principio de Arquímedes la banquisa Ártica (25 veces la superficie de Francia en invierno) no tiene afortunadamente ninguna incidencia sobre la elevación del nivel del mar. La subida del nivel del mar debe tomar en consideración sólo la fundición de los hielos continentales (Groenlandia, el 10 % y le abofetea Antártica, el 90 % del total). Si los hielos Antártica y de Groenlandia fundaran completamente, el nivel del mar se elevaría de 70 metros.
Así como extremadamente hace frío allí, este gorro nevera no se derretirá debido a un calentamiento de algunos grados. No se derritió por otra parte jamás desde su formación. En cambio, un calentamiento produciría el efecto inverso es decir que debido a las precipitaciones de nieve más abundantes, el volumen de hielo aumentaría. La principal contribución de los hielos continentales a la subida del mar sería debida no al Antárctica o a Groenlandia, pero a los glaciares de montañas que bordean el Sur de Alaska, es decir 0.27 milímetro al año. La expansión térmica de los océanos, acondicionada por el hecho de que todo líquido sometido a un calentamiento aumenta volumen, y la fundición de los hielos continentales son responsables de la subida del nivel de las aguas. Las principales consecuencias de la elevación de las aguas serán la inundación de la inmensa mayoría de las tierras bajas, la aceleración de la erosión de las defensas costaneras y el salinización de las capas freáticas. Según un estudio americano, los glaciares de Alaska se derritieron, durante cinco últimos años, a un ritmo dos veces más rápido que durante las cuatro décadas precedentes. Estas variaciones en el nivel del mar desempeñará un papel importante en la evolución de la vida a través de su impacto en la renovación de la vida silvestre y su adaptación (nuevos nichos ecológicos y las migraciones de las poblaciones).
Un estudio publicado en la revista Environment and Urbanization de abril de 2007, identifica a las poblaciones que incurren en los riesgos más grandes debido al aumento del nivel de mar y de la intensidad acrecida de los ciclones, bajo el efecto del cambio climático.
Las búsquedas muestran que 634 millones de personas, es decir una décima de la población mundial, están instalados en zona costanera a 10 metros o menos por encima del nivel del mar, entre los que están cerca del 75 % en Asia.
Los diez países que presentan al número más grande de personas que vive en esta zona son China, la India, Bangladesh, Vietnam, Indonesia, Japón, Egipto, los Estados Unidos, Tailandia y las filipinas.
Los diez países cuya proporción de la población que vive en esta zona es la más elevada, son las Bahamas (88 %), Surinam (76 %), Países Bajos (74 %), Vietnam (55 %), la Guayana (55 %), Bangladesh (46 %), Jibuti (41 %), Belice (40 %), Egipto (38 %) y Gambia (38 %).
Los autores de este estudio son Gordon McGranahan, del International Institute fuero Environment and Development (RoyaumeUni), Deborah Balk, del City University of Nueva York, y Bridget Anderson, del Columbia University.
Los descubrimientos llaves del estudio muestran que las numerosas grandes ciudades del mundo que tienen más de 5 millones de habitantes, parcialmente son en esta zona de peligro de 0-10 metros por encima de las aguas.
- Por término medio, el 14 % de la gente en los países desarrollados viven en la zona de 0-10 metros.
- El 21 % de las poblaciones urbanas de las naciones menos desarrolladas están en la zona de 0-10 metros.
Una vez más los países más pobres son los más vulnerables a sus efectos.
Entre 1994 y 2004, hubo 1562 desastres de inundación y el 98 % de los dos millones de personas afectadas por estos desastres estaban en Asia.
Entre 1990 y 2000, las poblaciones en las zonas de 0-10 metros de Bangladesh y de China tuvieron una tasa de crecimiento demográfica dos veces superior al resto de población.
Los diez países entre los que el número más grande de gente vive en esta zona son : China (143,888,000); la India (63,188,000); Bangladesh (62,524,000); Vietnam (43,051,000); Indonesia (41,610,000); Japón (30,477,000); Egipto (25,655,000); los Estados Unidos (22,859,000); Tailandia (16,468,000); y los filipinos (13,329,000).
Publicación hecha por Sage journals
Según un estudio, publicado en septiembre de 2007 en la revista "Ciencia" por investigadores americanos del Instituto de tecnología de Georgia y del Centro nacional de búsqueda atmosférica, el número y la duración de los ciclones es globalmente estables desde hace 35 años a la escala planetaria. Sin embargo, el número y la proporción de huracanes de Categorías 4 y 5 (el máximo sobre la escala hace referencia a Saffir-Simpson) casi doblaron desde el 1970.
Este fenmeno ha sido comprobado particularmente en el Pacífico Norte, el Pacífico Sudoeste y el océano Índico. La temperatura en las zonas tropicales de los cinco estanques oceánicos, donde se forman los ciclones, aumentó 0,5 grado centígrado del 1970 al 2004. Entonces, una de las condiciones indispensables para la formación de un ciclón es la temperatura de las aguas de superficie que debe ser de por lo menos 26,5°C sobre por lo menos 60 m de profundidad.
Es todavía difícil de valuar el impacto real de este calentamiento porque la fuerza y el número ciclones naturalmente oscila cada 20-30 años.
"Hervé Le Treut, director de búsquedas en el CNRS señalaba el 1 de septiembre de 2007 a la Agencia Francia Urge que la aparición de ciclones como Katrina podría ser bien la consecuencia del calentamiento del planeta. Según el climatólogo Kerry Manuel, que publicó un estudio en agosto de 2007 en la revista "Natural", los ciclones que golpean el Atlántico y el Pacífico se agravaron, a la vez en duración y en intensidad, de cerca del 50 % desde los años 1970, pero se abstiene bien de atar esta tendencia al calentamiento del planeta, particularmente porque la serie es demasiado corta. Las simulaciones de los modelos son contradictorias, ciertas concluyendo por ejemplo a una disminución para el horizonte 2020 del número total de ciclones (90 al año) en el mundo.
A título de el Protocolo de Kyoto, los países industriales tienen que reducir sus emisiones combinadas por los seis principales gases a efecto de invernadero durante período quinquenal 2008-2012 por debajo de niveles de 1990. Para muchos países, alcanzar los objetivos de Kyoto será un gran desafío, el cual requerirá nuevas políticas y enfoques. El éxito de la negociación de Bonn finalizada en Marrakech en noviembre de 2001 permitió la ratificación del protocolo por numerosos países en 2002 : la Unión Europea y sus 15 Estados miembro el 31 de mayo de 2002, Japón el 4 de junio. Por fin, la ratificación del Protocolo por Rusia el 22 de octubre de 2004 trazó la vía a la entrada vigente del Protocolo de Kyoto el 16 de febrero de 2005.
Debía, en efecto, para entrar vigente, ser ratificado por lo menos por 55 países que representaban el 55 % de las emisiones de CO2. Sólo cuatro países industriales todavía no ratificaron el Protocolo de Kyoto : Australia, los Estados Unidos, Liechtenstein y Mónaco. Australia y los Estados Unidos indicaron que no tenían la intención de hacerlo; a ellos dos, cuentan para más del tercio de los gases con efecto de invernadero del mundo industrializado. Los países en vías de desarrollo, incluido Brasil, China, la India e Indonesia, también son parte activa en el protocolo pero no tienen objetivo de reducción de emisiones.
GIEC lo Agrupa Intergubernamental de expertos sobre la Evolución del Clima tiene para misión de valuar de modo claro y objetivo las informaciones de orden científica, técnica y socioeconómica que son necesarias para comprender mejor los fundamentos científicos de los riesgos atados al cambio climático de origen humano. Avisar de consecuencias posibles de este cambio y contemplar estrategias eventuales de adaptación. Sus valuaciones son principalmente fundadas sobre las publicaciones científicas y técnicas cuyo valor científico es ampliamente reconocido.
Más de 1000 científicos participaron en el último informe del grupo I como redactores (122, seleccionados entre un grande de número de candidatos propuestos por los gobiernos), contribuidores (515), examinadores (420) o editores (21). http://www.ipcc.ch/
ONERC el Observatorio Nacional sobre los Efectos del calentamiento Climático ha sido creado por la ley del 19 de febrero de 2001 con el fin de informar al público y los responsables sobre las consecuencias del calentamiento climático, y para ofrecer al Gobierno, al Parlamento, a los elegidos, a las colectividades, y a los actores del desarrollo, los elementos de conocimientos necesarios para elaborar una política de prevención y de adaptación. http://onerc.org/
AIE la Agencia Internacional de la Energía es una organización internacional destinada a facilitar la coordinación de las políticas energéticas de los países miembros. AIE se dio en primer lugar para fin a asegurar la seguridad de los aprovisionamientos energéticos (petróleo principalmente) con el fin de sostener el crecimiento económico. Piensa cumplir hoy este objetivo, contribuyendo a la defensa del medio ambiente, a la reflexión sobre los cambios climáticos y sobre las reformas de los mercados.
http://www.iea.org/
Bajo la influencia de la subida de las temperaturas, ecosistemas enteros sufren modificaciones. Especies animales como ciertas mariposas, ciertas aves, colonizan territorios nuevos, situados en altitudes cada vez más elevadas, prueba de la adaptación de las especies. El mismo fenómeno es observado entre los representantes del reino vegetal y muchos otros indicios traicionan la influencia del calentamiento climático. Los investigadores alrededor del Dr. Menzel comprobaron que las plantas a flores de América del Norte y de Europa florecían cada vez más temprano, habiendo ganado 3,8 días por década durante cincuenta últimos años. Es es lo mismo para las mariposas y las aves migratorias, los primeros nacen 3,2 días / por década antes, el segundo acerca la vuelta de sus barrios de inviernos de 4,4 días / por década.
La aparición de inviernos más dulce favorecería las especies sedentarios en detrimento de las especies emigrantes. En efecto, las especies sedentarios, por falta de episodios de gran frío, sobreviven y se desarrollan pues más fácilmente colonizando los nichos de las especies emigrantes durante su ausencia invernal. Una competencia fuerte se instala pues entre estos nuevos sedentarios y los antiguos para el acceso a los recursos y al espacio para la nidificación.
El espacio del satélite Envisat avanzada Junto radiómetro de barrido de pista (AATSR), pone de manifiesto la confluencia del Río Negro y Solimões abajo de Manaos, Brasil, en la cuenca del Amazonas.
El Amazonas, el más largo y más poderoso río en el mundo se hundió lentamente paralelo entre Norte 5 y 20 paralelas hacia el sur. El río tiene su origen en los Andes peruanos, en el oeste de la cuenca del Lago Titicaca y desemboca en el Océano Atlántico en el ecuador después de cruzar el Perú y Brasil.
El Amazonas es responsable de 18% del volumen total de agua dulce vertida en los océanos del mundo y su red de drenaje tiene más de 1.000 ríos entre ellos el de Río Negro y Solimões.
El Río Negro es el nombre del color de la descomposición de plantas que lleva a lo largo de su carrera. El Solimões le lleva en 1600 km, arena, barro y cieno que el agua teñida con un color amarillento.
La selva amazónica es la mayor selva virgen del mundo. Se absorbe una gran cantidad de dióxido de carbono, la conservación de la selva amazónica es uno de los mayores problemas ambientales de los principios de siglo 21.
Los bosques vírgenes desaparecen gradualmente en el mundo a un ritmo alarmante, mientras que su papel es vital en el clima global del planeta
Parece que los científicos tuvieran muchas dificultades en afirmar unánimemente que el calentamiento climático es de origen humano. Ciertas cifras denuncian la parte de la humanidad en este calentamiento, otras muestran que la temperatura del planeta sufre sobresaltos en el tiempo y que esto es natural. En los ciclos climáticos de la Tierra, nos encontramos en el período más caliente de la curva interglaciar lo que quiere decir que vamos hacia un período glaciar pero nos es difícil de comprobarlo, nuestro tiempo no es superponible al tiempo geológico de nuestro planeta. Sin embargo la vuelta de los hielos sobre el planeta debería llegar en varias decenas de millares de años. Desde finales del último período de glaciación hace 18 000 años, el clima es clemente y relativamente estable. Nos encontramos pues en este período cuando reina por término medio 15°Celsius sobre el planeta. A pesar de todo comprobamos, una elevación peligrosamente rápida de la temperatura, corroborado por el resumen del GIEC 2007 que describió una subida de la temperatura de 0,74°C sobre 100 años, es decir más de 25 % más que la subida de 0,6°C citada en el momento de su 3eme informe de 2001. Lo que está seguro, es que rechazamos cada vez más de CO2 y otros desechos nauseabundos y esto corre peligro de continuar, porque las necesidades en energía de la población mundial aumenta con la demografía.
Observamos a la vez que la naturaleza se desencadena cada vez más violentamente y al mismo tiempo, que la gente de la viviente se pelea para adaptarse a estas fluctuaciones climáticas abandonando las más débiles.
Todo pasa como si nuestro "macro organismo" la Tierra, sufrir de momento una pequeña "fiebre". Totalmente como entre los animales de sangre caliente su fiebre es una reacción de defensa contra una agresión interna que lo obliga a activar ciertos mecanismos inmunitarios para encontrar su equilibrio. Simplemente esperemos que estos mecanismos no combatan al hombre como si se trate de un agente infeccioso extranjero.
A la humanidad ahora ocurrida probar que es un constituyente limpio y no extranjero del planeta.