Un cúmulo de estrellas es un grupo de estrellas unidas entre sí por la gravedad, formadas a partir de una misma nube molecular gigante. Estas estructuras celestes ofrecen a los astrónomos laboratorios naturales para estudiar el nacimiento, la evolución y la muerte de las estrellas. Según su naturaleza, se distinguen dos grandes categorías: los cúmulos abiertos y los cúmulos globulares, cada uno contando una historia diferente de nuestra galaxia.
Los cúmulos abiertos son grupos jóvenes, que cuentan desde unas pocas decenas hasta algunos miles de estrellas, dispersas en el disco galáctico. Se forman en los brazos espirales de las galaxias, donde el gas interestelar es abundante. Su edad varía desde unos pocos millones hasta cientos de millones de años (ej: las Pléyades, M45). En cambio, los cúmulos globulares son esferas densas de cientos de miles de estrellas antiguas (10 a 13 mil millones de años), que orbitan alrededor del centro de las galaxias como satélites. Su composición pobre en elementos pesados (baja metalicidad) delata su origen primitivo, a menudo asociado a la formación misma de la Vía Láctea (ej: Omega Centauri).
Un cúmulo nace cuando las fuerzas gravitacionales comprimen una nube de gas y polvo, desencadenando la formación de estrellas en su interior. En los cúmulos abiertos, las estrellas masivas (de tipo O y B) dominan inicialmente, pero su vida corta (unos pocos millones de años) las condena a explotar como supernovas, dispersando progresivamente el cúmulo. Las estrellas menos masivas, como nuestro Sol, sobreviven más tiempo pero terminan escapando bajo el efecto de las fuerzas de marea galácticas. Los cúmulos globulares, más masivos, resisten mejor a estas perturbaciones y pueden persistir durante miles de millones de años. Su estudio revela así pistas sobre la edad y la química primitiva del Universo.
Los cúmulos son cápsulas del tiempo:
Telescopios como Gaia (ESA) o James Webb (NASA/ESA/CSA) están revolucionando su estudio al medir con precisión sus movimientos, composiciones e incluso sus atmósferas.
Descripción de la imagen: El cúmulo de las Pléyades, también llamado M45, es un cúmulo abierto ubicado en la constelación de Tauro, visible a simple vista. Compuesto por unas 3.000 estrellas, tiene solo 100 millones de años y se encuentra a 444 años luz de la Tierra. Sus estrellas azules, envueltas en nebulosidades por reflexión (como alrededor de Mérope y Maia), lo convierten en un objeto emblemático. Las siete estrellas más brillantes llevan los nombres de figuras mitológicas griegas (Alcíone, Atlas, Electra, etc.). Fuente de la imagen: ESO.
Descripción de la imagen: Apodado "La Caja de Joyas" por sus estrellas de colores contrastados (azules, rojas y amarillas), este cúmulo abierto se encuentra en la Cruz del Sur, a 6.400 años luz. Descubierto por Nicolas-Louis de Lacaille en 1752, alberga la estrella supergigante roja κ Crucis, rodeada de estrellas azules calientes. Su edad se estima en 14 millones de años. Fuente de la imagen: NASA/ESA/Hubble.
Descripción de la imagen: Cerca del centro galáctico (26.000 años luz), este cúmulo masivo contiene estrellas Wolf-Rayet y gigantes azules. Debe su nombre a cinco estrellas rojas brillantes visibles en infrarrojo. Su región es rica en polvo interestelar, oscureciendo parte de su luz visible. Fuente de la imagen: NASA/CXC.
Descripción de la imagen: Cúmulo globular denso en Escorpio, M80 contiene cientos de miles de estrellas unidas por la gravedad. En 1860, se observó una nova en él. Su diámetro aparente es de 10 minutos de arco, pero su tamaño real alcanza los 95 años luz. Distancia: 32.600 años luz. Fuente de la imagen: Hubble Heritage Team.
Descripción de la imagen: Joven cúmulo (1-2 millones de años) en la Quilla, alberga algunas de las estrellas más masivas de la Vía Láctea, como WR 20a (sistema binario de 82 y 83 masas solares). Los vientos estelares esculpen estructuras gaseosas complejas, visibles en rayos X. Fuente de la imagen: NASA/CXC.
Descripción de la imagen: En la nebulosa NGC 6357, Pismis 24 alberga la estrella Pismis 24-1, inicialmente estimada en 200-300 masas solares, pero revelada como un sistema múltiple. El cúmulo ioniza el gas circundante, creando un paisaje de pilares oscuros y burbujas de plasma. Fuente de la imagen: ESO.
Descripción de la imagen: Ubicado en la Pequeña Nube de Magallanes, este cúmulo joven (5 millones de años) está rodeado de nebulosas de emisión. Sus estrellas masivas excavan una cavidad en el gas ambiente, revelando estructuras filamentosas en falso color (Hubble). Fuente de la imagen: NASA/ESA/Hubble.
Descripción de la imagen: Cúmulo abierto en Sagitario, a 2.000 años luz, que contiene la estrella variable cefeida U Sagittarii. Su edad se estima en 90 millones de años, con unas sesenta estrellas confirmadas. Fuente de la imagen: ESO.
Descripción de la imagen: Llamado así por su forma que evoca alas, M6 es un cúmulo abierto en Escorpio, con 100 millones de años. Su estrella más brillante, BM Scorpii, es una gigante naranja. Distancia: 1.600 años luz. Fuente de la imagen: ESO.
Descripción de la imagen: Conocido desde la Antigüedad, M7 es un cúmulo abierto de 80 estrellas en Escorpio, a 980 años luz. Su diámetro aparente (1,3°) supera al de la Luna. Edad: 200 millones de años. Fuente de la imagen: ESO.
Descripción de la imagen: Corazón de 30 Doradus en la Gran Nube de Magallanes, RMC 136 alberga R136a1, la estrella más masiva conocida (250 masas solares). El cúmulo, de 2 millones de años, es un laboratorio para estudiar la formación de estrellas extremas. Fuente de la imagen: ESA/Hubble.
Descripción de la imagen: Asterismo (y no un verdadero cúmulo unido gravitacionalmente) en la Jirafa, compuesto por unas veinte estrellas alineadas en 2,5°. Descubierto por el astrónomo aficionado Lucian Kemble, apunta hacia el cúmulo abierto NGC 1502. Fuente de la imagen: NASA APOD.
Descripción de la imagen: En Perseo, M34 es un cúmulo abierto de 100 estrellas, con 200 millones de años. Su distancia (1.500 años luz) y magnitud (5,5) lo hacen visible con binoculares. Fuente de la imagen: ESO.
Descripción de la imagen: Cúmulo globular en la constelación del Delfín, a 50.000 años luz. Poco concentrado, contiene estrellas de población II (pobres en metales). Diámetro: 120 años luz. Fuente de la imagen: Hubble.
Descripción de la imagen: Aunque a menudo se asocia con su nebulosa, M17 alberga un cúmulo abierto de 35 estrellas masivas (de tipo O y B) que ionizan el gas circundante. Distancia: 5.500 años luz. Fuente de la imagen: ESO.
Descripción de la imagen: El cúmulo globular más grande de la Vía Láctea (10 millones de estrellas), visible a simple vista. Su núcleo denso sugiere un pasado como galaxia enana absorbida. Edad: 12.000 millones de años. Fuente de la imagen: NASA/ESA/Hubble.
Descripción de la imagen: Asociación estelar masiva en la constelación del Cisne, que contiene 65 estrellas de tipo O y miles de estrellas jóvenes. Su distancia (4.700 años luz) y su oscurecimiento lo convierten en un objeto de estudio en infrarrojo. Fuente de la imagen: NASA/CXC.
Descripción de la imagen: En la constelación del Cochero, M38 (izquierda) y M36 (derecha) son dos cúmulos abiertos situados a 4.200 y 4.100 años luz, respectivamente. M38, en forma de cruz, contiene una gigante amarilla, mientras que M36 es más joven (25 millones de años) y compacto. Fuente de la imagen: NASA APOD.
Descripción de la imagen: En la constelación de Géminis, M35 es un cúmulo abierto de 2.500 estrellas, con una edad de 150 millones de años. Su vecino aparente, NGC 2158, es un cúmulo más antiguo y distante. Fuente de la imagen: ESO.
Descripción de la imagen: Cúmulo globular en la constelación de los Perros de Caza, que contiene 500.000 estrellas y 274 estrellas variables. Distancia: 33.900 años luz. Edad: 11.400 millones de años. Fuente de la imagen: Hubble.
Descripción de la imagen: Uno de los cúmulos globulares más antiguos (13.000 millones de años), en la constelación de la Serpiente. Alberga 105 estrellas variables y una población estelar muy densa en su centro. Fuente de la imagen: ESO.
Descripción de la imagen: Cerca del centro galáctico (25.000 años luz), este cúmulo joven (2-4 millones de años) contiene estrellas 100 veces más masivas que el Sol. Su entorno extremo lo convierte en un laboratorio para el estudio de la formación estelar en medios densos. Fuente de la imagen: NASA/CXC.