Los pilares solares son columnas luminosas verticales que parecen elevarse por encima o por debajo del Sol. Resultan de la reflexión de la luz sobre diminutos cristales de hielo suspendidos en la atmósfera, a menudo observables durante las salidas o puestas de sol cuando el aire está muy frío.
El fenómeno se basa en la reflexión especular de la luz sobre cristales de hielo en forma de placas o agujas. Cada cristal actúa como un espejo microscópico orientado horizontalmente. La altura aparente del pilar está dada por la proyección de los rayos reflejados según el ángulo \(\theta\) con la horizontal, siendo la luminosidad proporcional al número de cristales alineados.
Los pilares luminosos no se limitan a las observaciones solares. Fenómenos análogos pueden aparecer alrededor de la Luna o de fuentes de luz artificiales. Estos efectos, a menudo agrupados bajo el término "espejismos celestes", resultan de variaciones locales de densidad e índice óptico en la atmósfera.
La formación de un espejismo luminoso se basa en la refracción de la luz en un gradiente térmico. Cuando capas de aire más cálidas se sitúan sobre aire más frío, los rayos luminosos sufren una curvatura progresiva, dando lugar a imágenes deformadas, ampliadas o duplicadas de la fuente. La altura aparente y la forma de estas imágenes dependen del ángulo de visión y de la estratificación de la atmósfera.
En ciertas condiciones extremas, los pilares solares pueden combinarse con halos o arcos circunzenitales, creando patrones luminosos complejos. Estas interacciones son el resultado de la superposición de fenómenos de reflexión y refracción sobre diferentes tipos de cristales de hielo: placas horizontales para los pilares, columnas para los arcos verticales o diagonales.
Las variaciones de intensidad luminosa observadas en estos espejismos también están influenciadas por la concentración y orientación de los cristales de hielo. Un número elevado de cristales perfectamente orientados puede producir columnas luminosas muy marcadas, mientras que cristales dispersos crean pilares difusos y halos parciales.
Los espejismos celestes constituyen una herramienta natural para estudiar las condiciones atmosféricas locales. Analizando la altura y luminosidad de los pilares y arcos asociados, es posible estimar el tamaño medio de los cristales de hielo y el gradiente térmico en las capas bajas de la atmósfera.
Tipo de pilar | Fuente luminosa | Formación | Condiciones atmosféricas |
---|---|---|---|
Pilar solar clásico | El Sol | Reflexión sobre cristales de hielo horizontales | Aire muy frío, cristales en suspensión |
Pilar lunar | La Luna | Reflexión similar pero con baja luminosidad | Noche fría, cristales de hielo |
Pilar artificial | Luces urbanas | Reflexión sobre cristales o gotas finas | Niebla o escarcha |
Espejismo luminoso | Sol o Luna | Refracción en gradiente térmico | Inversión térmica marcada |
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