Descripción de la imagen: En una lámpara de plasma, aparece la imagen de un campo. Los arcos eléctricos que observamos siguen de alguna manera las líneas de fuerza de este campo, dando la ilusión de una estructura de filamentos. Los arcos eléctricos son una manifestación de este campo, pero no son el campo en sí. Lo que vemos son los efectos del campo eléctrico sobre el gas ionizado.
La lámpara de plasma, que se encuentra fácilmente en Internet, es un dispositivo que crea efectos visuales espectaculares. Pero más allá del espectáculo luminoso, se puede vislumbrar, a través de este objeto, el fascinante concepto de "campo", lo que convierte a la lámpara de plasma en un verdadero pequeño laboratorio de física.
El plasma es el cuarto estado de la materia donde los átomos están ionizados, lo que significa que los electrones están separados de los núcleos atómicos, creando así iones y electrones libres que pueden moverse. Esto ocurre generalmente a altas temperaturas o en presencia de un campo eléctrico intenso.
En una lámpara de plasma, generalmente se utiliza un gas noble (como el neón, el xenón, el argón o el kriptón). Aunque los gases nobles resisten fuertemente la formación de enlaces químicos (porque la capa más externa de electrones está saturada), se eligen por su capacidad para ionizarse fácilmente bajo la influencia de un campo eléctrico.
Dentro de la lámpara de plasma, hay, por lo tanto, un gas raro, a baja presión, sometido a una alta tensión generada por un electrodo central. La tensión aplicada al electrodo central generalmente varía entre 2 kV y 20 kV, dependiendo del diseño y tamaño de la lámpara. Esta alta tensión ioniza los átomos del gas e influye en el comportamiento del plasma al modificar sus propiedades eléctricas, térmicas y dinámicas, especialmente la intensidad y el color. La forma de la lámpara de vidrio es generalmente esférica para permitir una distribución uniforme del plasma.
Cuando se aplica tensión al electrodo central, se crea un campo eléctrico de varios kilovoltios entre este electrodo y las paredes de la esfera de vidrio. El intenso campo eléctrico ioniza los átomos de gas, creando iones y electrones libres. Los electrones son atraídos hacia el electrodo central, lo que crea un flujo visible de electrones a través de los filamentos luminosos. Las zonas ionizadas crean caminos conductores para la corriente eléctrica, lo que permite que los filamentos de plasma se formen y se muevan a través del gas. Estos filamentos a menudo aparecen como destellos o arcos de plasma que se desplazan hacia afuera desde el electrodo central.
Los colores de los filamentos de plasma dependen del tipo de gas noble utilizado.
El neón produce una luz rojo-naranja, el argón produce una luz violeta, el kriptón produce una luz azul, mientras que el xenón produce una luz azul-violeta.
N.B.: El color de la luz emitida depende de la diferencia de energía entre los niveles de energía electrónicos del átomo. Cuando un electrón "salta" de un nivel de energía superior a uno inferior, emite un fotón de luz cuya energía corresponde exactamente a la diferencia de energía entre los dos niveles. Esta energía se traduce en un color específico.
La imagen que ofrece una lámpara de plasma, con sus filamentos luminosos que parecen bailar en todas direcciones, evoca la idea de un campo, como si los filamentos siguieran líneas de fuerza.
El campo eléctrico es un concepto general que describe la influencia de las cargas en el espacio circundante. Puede representarse mediante líneas de campo que indican la dirección de la fuerza que ejercerá una carga positiva colocada en un punto determinado. Estas líneas de campo están orientadas radialmente desde el electrodo central.
El electrodo central crea un campo eléctrico intenso que se extiende por todo el volumen de la lámpara. El plasma, siendo un excelente conductor de electricidad, permite que las partículas cargadas se muevan libremente.
Sin embargo, los campos eléctricos se superponen. Esto significa que el campo eléctrico total en un punto es la suma vectorial de los campos eléctricos creados por todas las cargas presentes. La superposición de los campos eléctricos, la inestabilidad del plasma y las interacciones entre las partículas cargadas explican la no linealidad de los filamentos y sus formas irregulares.
La imagen que percibimos de la lámpara es dinámica, ya que las cargas están en constante movimiento, siguiendo las fluctuaciones del campo eléctrico. Así, los filamentos luminosos siguen las líneas del campo eléctrico, ofreciendo una visualización directa de la configuración del campo.
Cada punto del espacio dentro de la lámpara está sometido a una fuerza eléctrica que tiene una dirección precisa. Esta dirección es tangente a la línea de campo que pasa por este punto, lo que puede interpretarse como un vector. El campo eléctrico es un campo vectorial, es decir, una magnitud física (un vector) se asocia a cada punto del espacio.
Esta visualización es una simplificación de la realidad porque el plasma es un medio complejo donde interactúan muchos fenómenos físicos. No obstante, la lámpara de plasma ofrece una manera simple y elegante de representar la noción de campo vectorial.