El verano en el hemisferio norte está marcado por un asterismo emblemático: el Triángulo de Verano, formado por tres estrellas de primera magnitud:
Vega (α Lyrae), la estrella más brillante de la constelación de Lira (Magnitud aparente 0,03), ubicada a solo 25 años luz.
Deneb (α Cygni), supergigante blanca a 2.600 años luz (Luminosidad > 200.000 veces la del Sol, según datos del satélite Hipparcos).
Altair (α Aquilae), estrella de la secuencia principal a 17 años luz, notable por su rápida rotación (período de 8,9 horas, estudio de Gerard Kuiper (1905-1973)).
Constelaciones principales y sus leyendas
Alrededor de este triángulo, varias constelaciones se despliegan, cada una con sus historias:
El Cisne (Cygnus): Asociado al mito de Zeus transformado para seducir a Leda. Su "pico" apunta hacia Deneb, y sus alas se extienden 30°. "El Cisne vuela a lo largo de la Vía Láctea como un barco celeste", escribió Arato de Solos (310-240 a.C.) en sus Fenómenos.
La Lira: Instrumento de Orfeo, alberga el cúmulo M56 y la nebulosa planetaria M57 (la "Nebulosa del Anillo").
El Escorpión (Scorpius): Con su estrella rojiza Antares (α Scorpii, mag 1,06), rival de Marte ("Anti-Ares").
El Arquero (Sagitario): Dirección del centro galáctico, rico en nebulosas como M8 (la "Laguna").
Objetos celestes destacados
El verano es la temporada ideal para observar:
La Vía Láctea: Visible desde las 22h en julio, su bulbo central está cerca de Sagitario. Según William Herschel (1738-1822), su estructura "revela la arquitectura de nuestra galaxia".
Las nebulosas:
M16 (Nebulosa del Águila), cuna de los "Pilares de la Creación" fotografiados por el HST.
M20 (Nebulosa Trífida), mezcla de nebulosas de emisión y reflexión.
Las lluvias de meteoros:
Las Δ-Acuáridas (máximo el 30 de julio, 20 meteoros/hora).
Las Perséidas (pico el 12 de agosto, hasta 100 meteoros/hora).
Espere hasta el final del crepúsculo náutico (Sol a 12° bajo el horizonte) para una oscuridad óptima.
Use un filtro LPR para reducir la contaminación lumínica si observa cerca de ciudades.
Localice primero el Triángulo de Verano, luego explore las constelaciones circundantes con binoculares (10x50 recomendados).
Para las nebulosas, un telescopio de 200 mm de diámetro revela detalles como los Pilares de la Creación en M16.
Como señalaba Edwin Hubble (1889-1953): "El verano nos ofrece una ventana abierta al corazón de nuestra galaxia, donde cada estrella cuenta una historia de miles de millones de años".
Fenómenos efímeros que no te puedes perder
Además de las constelaciones, el verano reserva eventos excepcionales:
Oposición de Saturno (agosto 2025): El planeta anillado es visible toda la noche, con una mag de 0,2. Sus anillos, inclinados 20° en 2025, ofrecen una vista espectacular incluso con un pequeño telescopio (diámetro aparente: 43").
Conjunción Luna-Júpiter (15 de julio de 2025): Separación de solo 2°, observable a simple vista después de la puesta del sol.
Eclipse parcial de Luna (28 de agosto de 2025): Visible desde Europa, con el 85% de la Luna en la sombra terrestre (máximo a las 20:30 UTC).