Imagen: Aunque no podemos ver nuestra galaxia en su totalidad porque estamos dentro de ella, es del tipo espiral como la galaxia Pinwheel (M83 o NGC 5236), en la imagen. Las galaxias espirales son las más extendidas, se asemejan a huracanes cósmicos. Crédito ESO.
Una galaxia es un grupo enorme de estrellas, polvo, gas y materia oscura que están unidos por la fuerza de la gravedad. Las estrellas de una galaxia orbitan alrededor de un centro común llamado núcleo galáctico.
Hay miles de millones de galaxias en el universo, y cada una tiene una forma diferente. Algunas galaxias tienen forma de espiral, con brazos espirales que se extienden desde el núcleo. Otros tienen forma de lente, elíptica o de forma irregular.
Nuestra propia galaxia se llama Vía Láctea y tiene forma de espiral. Contiene alrededor de 200 mil millones de estrellas, incluido nuestro Sol. La galaxia es enorme y se necesitan más de 100.000 años luz para recorrer la distancia de un extremo al otro.
Las galaxias se mueven por el espacio y algunas incluso pueden chocar entre sí. Cuando esto sucede, las fuerzas gravitatorias pueden deformar las galaxias, crear nuevas estrellas y posiblemente incluso formar nuevas galaxias.
Los astrónomos estudian las galaxias para comprender cómo se formaron, cómo evolucionan y cómo interactúan entre sí. Es una rama fascinante de la ciencia que nos ayuda a comprender mejor el universo en el que vivimos.