Lanzado por la NASA en marzo de 2009, el telescopio espacial Kepler transformó radicalmente nuestra comprensión del cosmos. Diseñado para monitorear continuamente más de 150,000 estrellas en una porción fija del cielo ubicada entre las constelaciones del Cisne y la Lira, Kepler buscaba la minúscula firma del tránsito de un planeta frente a su estrella. Este método de observación, con una precisión fotométrica sin precedentes, permitió la detección de miles de planetas extrasolares, a menudo del tamaño de la Tierra. Para 2024, más de 4,000 exoplanetas habían sido confirmados gracias a Kepler, con miles más esperando confirmación.
El principio fundamental de la misión se basa en el llamado método de tránsito: cuando un planeta pasa frente a su estrella, disminuye temporalmente el brillo recibido. Kepler mide estas variaciones con una precisión relativa del orden de \(10^{-5}\), lo que permite la detección de exoplanetas de tipo terrestre. La amplitud de la atenuación de la luz \(\Delta F/F\) está dada por la relación de las superficies: \[ \frac{\Delta F}{F} \approx \left( \frac{R_p}{R_\star} \right)^2 \] donde \(R_p\) es el radio del planeta y \(R_\star\) el de la estrella. Una Tierra frente a un Sol induce una señal de solo 0.0084%.
El campo de observación de Kepler cubre solo el 0.25% del cielo, equivalente a una mano extendida a la longitud de un brazo. Sin embargo, en esta región restringida, Kepler ha descubierto una gran cantidad de mundos que van desde gigantes gaseosos hasta planetas rocosos, algunos en la zona habitable de su estrella. La distribución de los radios planetarios revela una abundancia inesperada de supertierras (entre 1.5 y 2.5 veces el radio de la Tierra) y minineptunos, categorías casi ausentes en nuestro sistema solar.
Los resultados de Kepler ahora nos permiten extrapolar el número potencial de planetas en nuestra galaxia. Según los datos estadísticos de la misión, se estima que alrededor del 20 al 50% de las estrellas de tipo solar podrían albergar un planeta rocoso en su zona habitable. Esto corresponde a decenas de miles de millones de mundos potencialmente habitables solo en la Vía Láctea. La misión ha sentado así las bases para una nueva cartografía celeste, ya no basada únicamente en las estrellas, sino en sus sistemas planetarios.
A pesar del fin oficial de la misión en octubre de 2018, tras la falla de sus giroscopios, los datos de Kepler continúan alimentando la investigación. Su sucesor, el telescopio TESS (Transiting Exoplanet Survey Satellite), hereda su enfoque pero con un campo de observación mucho más amplio. Kepler marcó un punto de inflexión epistemológico: confirmó que los planetas son la regla, no la excepción. También ofreció un marco estadístico robusto para la planetología comparada, abriendo una era en la que los mundos distantes ya no son objetos hipotéticos, sino entidades medidas.
Kepler observó solo una fracción infinitesimal del cielo, sin embargo, descubrió miles de mundos. Al extrapolar estos resultados, se hace evidente que nuestra galaxia está repleta de planetas, algunos muy diferentes, otros notablemente similares a la Tierra. Al dibujar este nuevo mapa del cielo, Kepler ha cambiado profundamente nuestra relación con el universo: ya no nos preguntamos si existen otros mundos, sino cuántos, dónde y cuándo podremos explorarlos.
Nombre | Radio (Tierra = 1) | Masa (estimada, M⊕) | Período orbital (días) | Distancia a la estrella (UA) | Estrella anfitriona | Tipo espectral | Zona habitable | Año de descubrimiento |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Kepler-186f | 1.11 | ~1.4 | 129.9 | 0.36 | Kepler-186 | M1V | Sí | 2014 |
Kepler-452b | 1.63 | ~5.0 | 384.8 | 1.05 | Kepler-452 | G2V | Sí | 2015 |
Kepler-62f | 1.41 | ~2.8 | 267.3 | 0.72 | Kepler-62 | K2V | Sí | 2013 |
Kepler-442b | 1.34 | ~2.3 | 112.3 | 0.41 | Kepler-442 | K5V | Sí | 2015 |
Kepler-438b | 1.12 | ~1.3 | 35.2 | 0.17 | Kepler-438 | M | Sí | 2015 |
Kepler-1649c | 1.06 | ~1.2 | 19.5 | 0.065 | Kepler-1649 | M5V | Sí | 2020 |
Kepler-1544b | 1.48 | ~2.6 | 168.8 | 0.59 | Kepler-1544 | K | Sí | 2016 |
Kepler-1652b | 1.60 | ~3.7 | 38.1 | 0.23 | Kepler-1652 | M | Sí | 2016 |
Kepler-705b | 1.22 | ~1.6 | 58.0 | 0.29 | Kepler-705 | M | Sí | 2016 |
Kepler-296e | 1.75 | ~4.0 | 34.1 | 0.18 | Kepler-296 | M1V | Sí | 2014 |
Fuentes: Archivo de Exoplanetas de la NASA (2024), Torres et al. (2015), Rowe et al. (2014), Morton et al. (2016), Dressing & Charbonneau (2015), Chen & Kipping (2017), Barclay et al. (2015), NASA Ames.
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